La reintroducción de medidas para limitar la propagación del COVID-19, como el uso de máscaras protectoras y la limitación de las reuniones, puede ser necesaria en los próximos meses. Esa es la advertencia lanzada el viernes por La Comisión Europea, en el contexto de una nueva oleada de infecciones por COVID, prevé que la gripe también podría suponer un reto esta temporada.
En un informe sobre cómo deben prepararse los países de la UE para responder a una nueva oleada de casos de COVID-19 que podría producirse este otoño y el próximo invierno, la Comisión Europea afirma que «los dos últimos años han demostrado que la UE puede enfrentarse a una nueva oleada de COVID-19, coincidiendo con la vuelta de las vacaciones, la reapertura de los colegios y el descenso de las temperaturas».
El Ejecutivo comunitario también señaló que «es probable que la UE se enfrente a una temporada de circulación activa de otros virus respiratorios, incluida la gripe», lo que supondrá «un reto para los sistemas sanitarios nacionales, ya sobrecargados».
En este contexto, la Comisión Europea subrayó la importancia de las «medidas no farmacéuticas» para frenar la pandemia, como el uso de mascarillas y la limitación de las reuniones. «Si estas medidas se aplican antes o al principio de la siguiente oleada, su impacto será mayor. Por lo tanto, puede ser necesario reintroducir medidas no farmacéuticas en los próximos meses», advierte el Ejecutivo comunitario.
Además, la Comisión Europea reiteró su llamamiento a la vacunación para mantener la pandemia bajo control, «utilizando las vacunas actualmente disponibles para reducir las hospitalizaciones, las enfermedades graves y las muertes».
La institución indicó la necesidad de «desarrollar programas nacionales de vacunación que describan qué vacunas deben utilizarse para grupos de población específicos» cuando se disponga de vacunas adaptadas a las variantes del coronavirus, dando prioridad a los que se encuentran en categorías de riesgo como los ancianos, las personas con comorbilidades o los inmunodeprimidos.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el jueves las vacunas contra el COVID-19, producidas por Pfizer-BioNTech y Moderna, adaptadas para proporcionar protección contra el Omicron, la variante del coronavirus del SARS-CoV-2 que se ha vuelto dominante en Europa, informa ziare.com.