¿Quién no querría darse un capricho con la chirimoya cuando es la fruta de la temporada? Conocida también como Sitaphal o Sharifa en la India, utilizada desde hace mucho tiempo en los remedios folclóricos y en la medicina ayurvédica, los beneficios para la salud de la chirimoya están siendo probados en varios estudios de investigación. El fruto, las raíces, las hojas, la corteza y la pulpa de la chirimoya se utilizan por sus propiedades terapéuticas.
Existe una gran variedad de chirimoyas. Algunas variedades típicas son la Annona squamosa (Sitaphal), la fruta de corazón de toro (Ramphal), la chirimoya (Lakshmanphal) y la guanábana (Hanumanphal).
UN REPONEDOR RÁPIDO DE ENERGÍA
El contenido calórico de la chirimoya es el doble que el de una manzana, lo que la convierte en un excelente reponedor de energía. Aporta una gran cantidad de potasio, que ayuda a eliminar la debilidad muscular y mejora la circulación sanguínea.
BUENA PARA LA SALUD DEL CORAZÓN
La chirimoya contiene una proporción equilibrada de sodio y potasio que ayuda a regular y controlar las fluctuaciones de la presión arterial en el organismo. Una chirimoya pequeña aporta casi el 10% de la CDR (cantidad dietética recomendada) de magnesio, que relaja los músculos del corazón y reduce el riesgo de infarto.
UN BOCADO INTERMEDIO PARA LOS DIABÉTICOS
La chirimoya es extremadamente dulce, a diferencia de la fruta del dragón, y podría no parecer la mejor opción para los diabéticos. Tiene un índice glucémico moderado de 54, pero una carga glucémica de 10,2. Dados sus múltiples beneficios, esto funciona en los diabéticos si se mantienen en cantidades moderadas o limitadas prescritas. Las chirimoyas están dotadas de antioxidantes polifenólicos. Éstos elevan enormemente la producción de insulina y la absorción de glucosa, manteniendo así la diabetes bajo control. Los nutricionistas aconsejan consumir la fruta en pequeñas rodajas e incluirla en una comida, puede ser en la avena, el yogur y los batidos, en lugar de comerla por separado. La fruta aumenta la captación muscular de la glucosa, mejorando así su utilización periférica. La presencia de 20 mg de vitamina C en 100 g de chirimoya influye en la producción de insulina y ayuda a reducir el azúcar en sangre. Además, el magnesio, el potasio y el hierro afectan indirectamente a la producción de insulina y, por tanto, controlan el azúcar en sangre. La riqueza en fibras hace que la digestión sea lenta, genera saciedad, reduce las ansias de picar y mantiene bajos los niveles de azúcar.
REDUCE LAS MOLESTIAS ESTOMACALES
La chirimoya previene las úlceras, los problemas de estómago y la acidez gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Sólo 100 gramos de fruta contienen 2,5 veces más fibra que una manzana y la mitad de vitamina C que una naranja. Además, su alto contenido en magnesio ayuda a mantener un buen tránsito intestinal.
AYUDA A COMBATIR LA DEPRESIÓN
Las chirimoyas tienen un alto contenido en antioxidantes, que protegen nuestro organismo de los efectos dañinos de los radicales libres, reducen el estrés oxidativo y previenen enfermedades como el cáncer y las cardiopatías coronarias. Investigaciones recientes sobre las hojas de la chirimoya sugieren que pueden tener propiedades antiinflamatorias, antitumorales, contra la obesidad, antioxidantes, antivirales y antimicrobianas. La fruta aporta vitaminas del complejo B. Están presentes la tiamina, la riboflavina, la niacina y la vitamina B6. Estas vitaminas del complejo B controlan los niveles químicos de las neuronas GABA (ácido gamma-aminobutírico) del cerebro, que regulan nuestras emociones, incluyendo la depresión y el estrés. Por lo tanto, la vitamina B también ayuda a calmarse. A todo el mundo le gusta esta fruta, pero puede resultar sucia y peligrosa, sobre todo para los niños pequeños, ya que comer las semillas sin querer puede provocar asfixia. Por eso es preferible utilizar un machacador para quitar las semillas.
LA ELECCIÓN CORRECTA PARA LOS VEGANOS
Esta deliciosa fruta es tu mejor aliado si tienes intolerancia a la lactosa o eres vegano. Y puede ser una maravillosa alternativa vegetal a las cremas de origen lácteo, la leche condensada, la salsa de caramelo y el queso crema en batidos, helados, tartas de queso, así como en algunos postres indios.
Las chirimoyas son fáciles de conseguir en la India y se encuentran sobre todo en mercados no organizados. Es un producto difícil debido a las pérdidas en la cosecha y en la poscosecha, provocadas por una vida útil reducida, la falta de tecnologías de procesamiento y la falta de valor añadido. Pero esta fruta puede conservarse en condiciones estables mediante el secado, que reduce la capacidad de agua. Esto hace que esté disponible durante todo el año para elaborar deliciosos productos alimenticios o para ser utilizada como aromatizante.