El estado de la industria del juego ha sido bastante malo en Filipinas, con múltiples casos de secuestros, corrupción y acusaciones de abuso de poder. Sin embargo, la Policía Nacional de Filipinas parece estar vigilante y su cooperación con múltiples organismos gubernamentales en la lucha contra los operadores de juego offshore filipinos son la prueba de que todavía hay construcciones que funcionan en el país, y todavía hay esperanza de mejora. Sin embargo, esto podría requerir algunos sacrificios, ya que las reformas completas rara vez son suaves y sin problemas.
La policía filipina toma medidas contra los POGO
La Policía Nacional de Filipinas (PNP) declaró el martes que se está llevando a cabo una campaña de represión contra los operadores de juego en el extranjero (POGO) y sus actividades ilegales, centrándose especialmente en los trabajadores de los POGO y su documentación: visados y/o permisos de trabajo caducados, ya que en muchos casos los trabajadores carecen de documentación, lo que hace necesaria la represión. El jefe de la PNP, el general Rodolfo Azurin Jr., fue citado en el sitio web del gobierno filipino diciendo
«Con la ofensiva, lo que estamos haciendo con los indocumentados, los que se quedan más tiempo del permitido, los visados caducados o los permisos de trabajo de los trabajadores de la POGO, pronto dará a nuestro país un mejor clima de negocios, ya que parte de los requisitos para los trabajadores extranjeros son las autorizaciones de que no son buscados ni se enfrentan a ningún cargo criminal en su país, y que se les exigirá que obtengan autorizaciones de la Policía Nacional y del NBI» a la Agencia de Noticias de Filipinas.
Según el comunicado de prensa en el sitio web del gobierno, también se ha contactado con la Oficina de Inmigración (BI) y con la Corporación Filipina de Atracciones y Juegos de Azar (PAGCOR), en un intento de mejorar el proceso de investigación en esta ofensiva contra los POGO. Según las palabras del propio Azurin, este tipo de cooperación aumentaría la capacidad de los controles sobre el terreno, con el fin de verificar si una persona cumple con las leyes locales de funcionamiento.
Reformas muy necesarias
Esta represión es posiblemente parte del plan de la PNP para revisar sus políticas relativas a la entrada de trabajadores extranjeros en las POGO. Azurin hizo un llamamiento el pasado viernes, 16 de septiembre, diciendo que:
Ya es hora de que reevaluemos, de que revaloricemos nuestras políticas sobre la entrada de empleados de las POGO en el país. Por eso exigimos que se les dé una autorización de la policía nacional para que tengamos un medio de comprobar quiénes son estos ciudadanos chinos y, al mismo tiempo, nos aseguremos de que los que entran en el país no son delincuentes».
El jefe de la PNP, Gen. Rodolfo Azurin Jr.
La concesión de esta autorización incluiría muy probablemente la elaboración de una lista de trabajadores extranjeros de POGO. Todos los esfuerzos tienen como objetivo, primero, reducir y, finalmente, poner fin a los delitos relacionados con los POGO, lo que requeriría un gran grado de reformas legislativas y la concesión a la PNP de la capacidad de supervisar y hacer cumplir adecuadamente las leyes mejor definidas.
Hace tan sólo un par de días, se pusieron de manifiesto los resultados de una colaboración claramente estructurada y decidida entre el regulador filipino PAGCOR, la PNP y el Departamento de Interior y Administración Local. Se trataba de un nuevo ataque contra la ilegalidad en el sector del juego del país, que tuvo como resultado el rescate de más de un centenar de empleados, tras el cierre de dos POGO. Al comentar la situación, el jefe de PAGCOR también advirtió que el clima de la industria necesita urgentemente una limpieza.
Aún más preocupante para el sector es la posibilidad casi inevitable de que se cierre completamente el juego online en Filipinas, ya que ayer se presentó un nuevo proyecto de ley, denominado Ley contra el juego online. El e-sabong también se prohibió por completo, haciendo ilegal la realización de apuestas sobre peleas de gallos en línea. Aunque la Ley contra el Juego en Línea aún no se ha aprobado oficialmente, el estado de la delincuencia relacionada con el POGO tiene sin duda efectos sociales muy perjudiciales, que es la principal consideración para prohibir el juego en línea en primer lugar.