El ex eurodiputado húngaro de extrema derecha Bela Kovacs fue condenado el martes por el Tribunal Supremo de Hungría por espiar para Rusia.
Fue condenado por espiar contra las instituciones de la Unión Europea.
Se le acusa de trabajar «para los intereses rusos y para debilitar la política de la Unión Europea» entre 2012 y 2014, según los fiscales. También trabajó para el servicio de inteligencia militar ruso (GRU), según Agerpres.
Además, el Tribunal Supremo de Budapest también confirmó su condena por fraude fiscal y falsificación de documentos para causar un perjuicio económico.
Kovacs habría firmado contratos de prácticas ficticios durante su etapa como eurodiputado, causando así un perjuicio económico al Parlamento Europeo.
Bela Kovacs, de 62 años, fue condenado a un total de cinco años de prisión.
Antiguo miembro del partido nacionalista Jobbik, Kovacs abandonó el partido poco después de que se revelaran sus delitos. Fue eurodiputado entre 2010 y 2019.
El ex eurodiputado no está en Hungría
Según los medios de comunicación, Kovacs vive actualmente en Moscú. Por eso ha seguido el juicio en Rusia, adonde huyó en 2020 después de que la causa penal contra él llegara al tribunal. Según los medios de comunicación húngaros, el ex eurodiputado da clases de relaciones internacionales en Moscú.
Kovacs niega los cargos de espionaje, según la fuente.
Apodado «KGBela» por la prensa húngara en referencia a sus presuntos vínculos con los servicios de inteligencia rusos, Bela Kovacs dice ser «víctima de ataques políticos» orquestados por el actual primer ministro húngaro, Viktor Orban.