Resident Evil 4: ¿Por qué es un juego esencial?
Capcom vuelve con más fuerza que nunca con algunas novedades, una de las cuales está dando mucho que hablar. Es el remake de Resident Evil 4, que según algunos es el mejor de la serie. Este Resident Evil es uno de los más arriesgados de Capcom. Por eso te proponemos en este vídeo del Tribunal, explicarte por qué este juego es imprescindible en tu vida?
Resumen
- Resident Evil 4
- Los remakes de RE siguen siendo geniales
Resident Evil 4
Resident Evil es una saga muy popular, que todo jugador ha probado alguna vez en su vida. Ya sea el primero, que fue muy famoso en su momento, o el último, que ofrece una completa aventura en primera persona. La franquicia vendió nada menos que 127 millones de copias y 155 juegos. Una serie de juegos que incluso ha dado lugar a películas o series de Netflix más o menos agradables. Entre estos muchos juegos, Resident Evil 4, es el intento de Capcom Para salirse de la plantilla clásica de Resident Evil. Por aquel entonces, juegos como Call of Duty o God of War eran la tendencia, así que Capcom reinventó la saga con nada menos que 4 versiones diferentes en el desarrollo de Resident Evil 4. Por lo tanto, el título habrá alcanzado rápidamente los 6 millones de ventas en Wii, PS2 y GameCube. Un verdadero soplo de aire fresco en la serie.
Los remakes de RE siguen siendo geniales
Tras la decepción que supusieron los juegos Resident Evil 5 y Resident Evil 6, la serie necesitaba un renacimiento y centrarse más en el terror. El éxito de Resident Evil 7 hizo que Capcom se diera cuenta del valor del terror en la serie y de las primeras historias. Las ideas fluyeron y fue un verdadero éxito para Resident Evil 2, que superó los 10 millones, pero también para el remake de la tercera entrega, con 5 millones de ventas. Sin embargo, los jugadores quieren algo nuevo, no sólo en los gráficos, sino también en la historia, y el remake de Resident Evil 4 lo incluye. Un lado más oscuro, más de terror, que se mete un poco menos en la acción que su hermano mayor.