
Aunque no se hable tanto de ella como de otras enfermedades crónicas, la obesidad es en realidad la madre de todas las enfermedades. Se considera que un adulto es obeso cuando su índice de masa corporal (IMC) supera un determinado límite. Para los indios, los puntos de corte en kg/m2 son 23-24,9 para «sobrepeso» y 25 para «obesidad». Un perímetro de cintura de 80 cm en las mujeres y 90 cm en los hombres se considera alto. Otros utilizan la relación cintura-cadera para definir la obesidad central. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha aumentado exponencialmente en todo el mundo, triplicándose desde 1975.
LA OBESIDAD AUMENTA EL RIESGO DE DIABETES
Existe una estrecha relación entre el aumento de la obesidad y la diabetes de tipo 2, que opera a múltiples niveles. En primer lugar, si una persona tiene sobrepeso o es obesa, su riesgo de desarrollar diabetes es significativamente mayor. El riesgo general de desarrollar diabetes es seis veces mayor en las personas con exceso de peso corporal. En un estudio realizado en el Reino Unido, el grupo con un IMC medio de 34,5 presentaba un riesgo 12 veces mayor que el grupo delgado. Por tanto, si quiere prevenir la diabetes, ¡cuide su cintura! En segundo lugar, si padece diabetes, la obesidad dificulta el control de la glucemia, y su necesidad de medicación aumentará progresivamente. En tercer lugar, la obesidad empeora las complicaciones de la diabetes. Por ejemplo, el riesgo de sufrir un infarto de miocardio aumenta si padece obesidad y diabetes, en lugar de sólo una de estas afecciones.
Numerosos estudios han demostrado que la reducción de peso puede influir favorablemente en todas las afecciones mencionadas. Puede reducir las probabilidades de desarrollar diabetes, simplificar el control de la diabetes y reducir el riesgo de complicaciones. Y no sólo eso, la reducción de peso en una fase temprana del curso de la diabetes puede liberarle de la medicación, es decir, inducir la remisión o la reversión de su enfermedad, sobre todo en individuos jóvenes.
Esto nos lleva a la pregunta del millón: ¿Cómo se pierde peso? Todo el mundo estará de acuerdo en que perder esos kilos puede ser un gran reto y, a menudo, una tarea muy frustrante. La clave para perder peso es modificar el estilo de vida, lo que significa esencialmente dieta y ejercicio. Ambos implican una modificación del comportamiento, que es difícil de poner en práctica y aún más difícil de mantener. Para los diabéticos que cumplen los criterios, la cirugía bariátrica es una opción. ¿Y la medicación? Por desgracia, algunos de los medicamentos convencionales para la diabetes, como las sulfonilureas, las tiazolidinedionas y la insulina, están asociados al aumento de peso en lugar de a la pérdida de peso. Otros, como las gliptinas (DPP4i), no influyen en el peso. La metformina es el único agente convencional asociado con la pérdida de peso, pero el efecto es pequeño.
¿CUÁLES SON LAS BUENAS NOTICIAS?
En los últimos 10 años aproximadamente, se ha producido un cambio de paradigma en el tratamiento de la diabetes. Esto ha sido posible gracias al descubrimiento de nuevas clases de agentes como los inhibidores de SGLT2 y los agonistas del receptor GLP1. Los inhibidores de SGLT2 son fármacos orales, disponibles gratuitamente en la India (Dapagliflozina, Empagliflozina, Canagliflozina, Remogliflozina) que eliminan la glucosa por la orina, no producen reacciones de hipoglucemia y ayudan a perder peso. La pérdida de peso típica con estos agentes oscila entre 2 y 3 kg. Esto puede no parecer mucho, pero es importante por sus beneficios para la salud, ya que facilita el control de la diabetes y reduce el riesgo de complicaciones. Estos fármacos también reducen el riesgo de insuficiencia cardiaca, infartos e insuficiencia renal por su acción directa sobre estos órganos. Estas características han dado lugar a un notable aumento de la popularidad y al uso generalizado de estos fármacos.
El otro grupo de fármacos antidiabéticos que inducen la pérdida de peso a la vez que reducen la glucemia son los «AR GLP1», como la Liraglutida, la Dulaglutida y ahora la Semaglutida. La liraglutida y la dulaglutida se inyectan (diaria y semanalmente, respectivamente) mediante una jeringa precargada y fácil de usar. Los AR GLP1 actúan para reducir el peso principalmente por sus acciones sobre el cerebro, en el que reducen el apetito e inducen la saciedad. La pérdida de peso resultante es ligeramente superior a la observada con los inhibidores de SGLT2, a menudo en la zona de 2 a 4 kg, aunque existe una considerable variabilidad interindividual. El mayor reto para el uso de estas moléculas era la necesidad de inyecciones, un problema que se ha sorteado con la disponibilidad de Semaglutida oral en la India.
Por impresionantes que sean los datos, los efectos de pérdida de peso de estos fármacos utilizados por sí solos pueden describirse como moderados. La combinación de los medicamentos de ambos grupos produce una pérdida de peso media de hasta 5 kg.
¿Decepcionado? Pues hay más buenas noticias. Aunque todavía no está disponible en la India, la Semaglutida inyectable (a diferencia de la oral, que sí está disponible en la India) administrada en una dosis de 2,4 mg semanales puede provocar una pérdida de peso media de 15 kg en 7 meses en las personas sin diabetes. Las cifras para los diabéticos son ligeramente inferiores.
La mayoría de los participantes (entre el 70% y el 80%) pierden un 5% o más de su peso corporal. Por si esto fuera poco, se demostró que el agonista dual GIP/GLP-1 RA Tirzepatide (tampoco disponible aún en la India) administrado como inyección semanal de 15 mg, producía una pérdida de peso de 3 a 5 kg mayor que una inyección semanal de Semaglutide 2 mg.
EL RETO DE NO RECUPERAR PESO
Este grado de pérdida de peso -inducido por lo que se desarrollaron principalmente como medicamentos para la diabetes- era inimaginable incluso hace cinco años. Sin embargo, la recuperación de peso tras la interrupción del tratamiento sigue siendo un reto, a menos que la persona sea disciplinada con respecto a la dieta y el ejercicio. Si está dispuesto a vigilar lo que come y a mover el cuerpo, estos nuevos medicamentos contra la diabetes le ayudarán a combatir la flacidez.