
Después de que los precios de las criptomonedas se dispararan en 2021, con todo el mercado acercándose a una valoración de 3 billones de dólares en noviembre del año pasado, una serie de explosiones de alto perfil pusieron de relieve el riesgo real para la industria, haciendo que el mercado perdiera más de dos tercios de su valor este año.
¿Deben los inversores abandonar sus inversiones en activos digitales? Sólo usted puede responder a esa pregunta en función de su tolerancia personal al riesgo, su horizonte temporal y su conocimiento del sector de las criptomonedas. Pero puede estar seguro de que el nuevo año estará lleno de acontecimientos clave.
Bitcoin liderará el mercado alcista
La Reserva Federal ha señalado que podría ralentizar el ritmo de las futuras subidas de tipos, lo que podría ser una señal alcista para todos los activos de riesgo. Por tanto, si las criptomonedas repuntan en algún momento del próximo año, creo que el bitcoin liderará la subida.
Al ser la criptomoneda más antigua y valiosa, con una capitalización bursátil de unos 330.000 millones de dólares, el bitcoin es probablemente la principal exposición a esta clase de activos para inversores particulares e institucionales. El capital que ha abandonado el mercado este año está esperando a que las cosas mejoren, y los nuevos inversores sin posición en una criptodivisa podrían acudir en masa al bitcoin en un mercado en recuperación. Este tipo de actividad está impulsada por el hecho de que hoy en día es increíblemente fácil comprar bitcoin.
Una vez más, todo depende de las medidas de los bancos centrales, la situación macroeconómica y el sentimiento general hacia los activos digitales. Pero estoy convencido de que cuando los mercados toquen fondo y los precios empiecen a subir, el bitcoin será uno de los primeros en hacerlo.
¿Otro retraso para Ethereum?
Este ha sido un año monumental para Ethereum, ya que la finalización de la fusión ha permitido a la red pasar de proof-of-work a proof-of-stake, que requiere un 99,95% menos de energía y sienta las bases para un mejor escalado en el futuro. Aunque la actualización ha sido aclamada por la comunidad criptográfica, hace tiempo que debería haberse producido. De hecho, la mayoría de los desarrolladores llevan esperando este acontecimiento desde el lanzamiento de Ethereum en 2015.
La siguiente fase del ciclo de desarrollo de Ethereum es la introducción de la fragmentación, una función que repartirá la carga de la red por toda la cadena de bloques, lo que se traducirá en una velocidad de transacción mucho mayor. Dada la novedad de la tecnología blockchain y el territorio inexplorado en el que se encuentra Ethereum, creo que la fragmentación se retrasará. Se suponía que se lanzaría en 2023, pero el sitio web oficial de Ethereum dice ahora «2023 a 2024».
El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, también ha añadido otro paso en el proceso de desarrollo de la red, denominado El Azote. Incluyendo The Merge, ahora hay seis etapas diferentes por las que Ethereum tiene que pasar para estar totalmente completo. Veo probable que se produzcan más retrasos, y quizá incluso que se añadan más fases de desarrollo, dada la demencial complejidad de esta nueva tecnología.
Una normativa más estricta en el horizonte
Como señalé en la introducción de este artículo, una serie de accidentes de gran repercusión en el sector, incluidos los fracasos de Celsius, Voyager, Terra Luna y FTX, demuestran la urgente necesidad de una regulación clara y completa. Estos acontecimientos adversos han puesto de manifiesto la complejidad, el enredo y la opacidad de muchas de las principales empresas del sector. El objetivo de los reguladores debe ser aumentar la confianza y la transparencia y proteger a los inversores.
Por lo tanto, una postura reguladora más estricta de Estados Unidos podría resultar positiva para Coinbase en particular, que tiene su sede en el país y es una empresa que cotiza en bolsa desde abril de 2021. Esto significa que, en lugar de eludir las leyes estadounidenses estableciéndose en un domicilio extranjero, como hizo la bolsa de criptomonedas FTX, Coinbase ya está emitiendo con arreglo a las directrices reguladoras de valores existentes. Y esto debería reforzar su posición como intermediario y bolsa de confianza.
Sin embargo, no bastará con un mosaico de normativas de diversos organismos. Si Estados Unidos quiere estar a la vanguardia de las criptomonedas en la escena mundial, debe introducir un marco regulador unificado. Esto sentará las bases necesarias para que la industria crezca en el futuro.
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