Las autoridades chinas anuncian que Pekín pondrá fin a la cuarentena obligatoria de llegada el 8 de enero, poniendo fin a su estricta política de «Covid cero» que ha aislado al país durante casi tres años.
La decisión se produce en un momento en que China se enfrenta a un aumento de casos desde que eliminó la mayoría de sus restricciones sanitarias a principios de este mes.
A partir del próximo mes, sólo se exigirá un resultado negativo de 48 horas como máximo para entrar en territorio chino, según anunció el lunes por la noche la Comisión de Sanidad, que actúa como ministerio, informa AFP, según hotnews.ro.
China es la única gran economía que ha seguido imponiendo cuarentenas de llegada que afectan al turismo, aunque su duración se había reducido en los últimos meses.
China ya no considera el Covid-19 una «neumonía» sino una enfermedad «contagiosa
La Comisión de Sanidad ha indicado que ya no considera el Covid-19 una «neumonía», sino una enfermedad «contagiosa» menos peligrosa.
Según las autoridades, esta nueva clasificación sanitaria ya no justifica las cuarentenas.
La Comisión de Sanidad también mencionó el restablecimiento gradual de los viajes al extranjero para los chinos, pero sin adelantar un calendario. Antes sólo se permitía viajar por razones imperiosas.
Las fronteras del país permanecen cerradas casi por completo a los extranjeros desde 2020.
Medidas de relajación frente a la fuerte oleada de casos Covid
China ha dejado de expedir visados turísticos desde hace casi tres años, mientras que las conexiones aéreas internacionales se han reducido drásticamente.
China abandonó la mayoría de las medidas el 7 de diciembre, en medio de una creciente exasperación pública y un considerable impacto en la economía.
Desde entonces, el número de casos se ha disparado, haciendo temer una elevada mortalidad entre las personas mayores, especialmente vulnerables. Muchos crematorios entrevistados por AFP informaron de una afluencia inusualmente alta de cadáveres.
Una situación ampliamente ignorada por los medios de comunicación chinos.
Los hospitales también están desbordados, mientras que los medicamentos contra la gripe son más difíciles de encontrar en las farmacias a medida que el país aprende a convivir con el virus.
El presidente chino, Xi Jinping, ordenó el lunes «construir un baluarte» contra Covid-19 y «proteger» las vidas en China.
China anunció el domingo que dejaría de publicar las estadísticas Covid. Han sido muy criticadas porque la decisión se produce en un momento en que una potente ola epidémica azota el país.