A menudo se considera que esta verdura crucífera es demasiado rutinaria como para hablar de ella, pero la col es versátil, asequible, ampliamente disponible y fácil de preparar. Es rica en antioxidantes, vitaminas y compuestos que inhiben y limpian los agentes cancerígenos. Además, ayuda a perder peso, contiene minerales que favorecen la limpieza del sistema digestivo, refuerza el sistema inmunitario y reduce los niveles séricos de colesterol.
CÓMO FUNCIONA LA COL EN LA PÉRDIDA DE PESO
Al ser rica en fibra y contenido en agua, previene el estreñimiento y mantiene un intestino sano, lo que a su vez significa que no se acumulan toxinas que arrastran tu metabolismo y desaceleran la acumulación de calorías. Si lo tomas fermentado, aumenta los probióticos, de nuevo buenos para la salud intestinal. Con 33 calorías por taza, cero grasas y un alto valor de saciedad gracias a sus fibras, es el alimento ideal para una dieta. La fibra se acumula con los nutrientes, se une al ácido en los intestinos y pasa a través de las heces, extrayendo el colesterol en lugar de dejar que se absorba en la sangre. La col es la mejor inyección de inmunidad, ya que es un rico almacén de vitamina C, que contiene el 190% de la cantidad diaria recomendada en una taza. El compuesto azufrado sulforafano, que a veces da a esta verdura un sabor amargo, inhibe la progresión de las células cancerosas. Las antocianinas, los antioxidantes de la lombarda, ralentizan la formación e incluso matan las células cancerosas ya formadas. La glutamina, un aminoácido presente en la col, es un potente agente antiinflamatorio.
Como fuente de vitamina K, es buena para la salud cerebral, mientras que las vitaminas del grupo B la convierten en un alimento revitalizante completo. Los investigadores han identificado casi 20 flavonoides y 15 fenoles diferentes en la col, por lo que su concentración de antioxidantes reduce los riesgos cardiovasculares, mientras que el calcio y el potasio ayudan a regular la tensión arterial.
UNA PALABRA DE PRECAUCIÓN
La col es un cultivo bienal que se cultiva en climas fríos. Es una planta exigente en nutrientes por naturaleza y propensa a la infección por varias bacterias, hongos y otros parásitos. Viendo su vulnerabilidad, entendamos qué otros aspectos debemos tener en cuenta antes de consumirla.
PRINCIPIO AYURVÉDICO Y COL
El Ayurveda trabaja sobre la naturaleza real de los alimentos y los cambios que provocan en los sistemas básicos del cuerpo, es decir, Vata (sistema de actividad), Pitta (sistema de calor) y Kapha (sistema de estabilidad). Se sabe que la col aumenta Vata por su naturaleza seca y su potencia fría. Para minimizar el agravamiento de Vata, pica las verduras finamente y cocínalas bien con especias y aceites pacificadores de Vata y cómelas con moderación. Las personas Vata son mucho más susceptibles a que los alimentos crudos desequilibren su fisiología. Por eso es mejor para las personas Pitta y Kapha, sobre todo a finales del invierno y en primavera. En su forma cruda, la col puede ser difícil de digerir para las personas Vata. Cuando se fermenta con vinagre, puede ser muy viciante para Pitta. Es goitrogénica, lo que significa que contiene sustancias que pueden interferir con el funcionamiento de la hormona tiroidea, lo que también significa que puede disminuir la función tiroidea en personas que padecen hipotiroidismo.
Escuchar a tu cuerpo es siempre la clave. Si comer verduras te produce hinchazón o molestias abdominales, es un signo seguro de aumento de Vata. Comer verduras al mediodía, cuando la digestión es más fuerte, junto con algo de materia untuosa (aceites), en forma cocinada, puede ayudarte a tener una mejor digestión, si notas que tu digestión es más débil. Además, para maximizar sus beneficios para la salud, aumente lentamente el consumo de col y deje que su cuerpo se adapte. Manténgase hidratado para evitar el estreñimiento.
Un consejo: Como la mayoría de las verduras tienen cualidades que aumentan Vata (vulnerables en la naturaleza por el propio crecimiento), lo ideal es comerlas menos o con moderación. Lo mejor es consumirlas en las estaciones Pitta (septiembre-octubre) y Kapha (marzo-abril) sólo cocinadas.