¿Suele retrasar la realización de tareas importantes o mundanas? Según los expertos, su procrastinación podría ser el resultado de su incapacidad para gestionar las emociones negativas desencadenadas por una determinada tarea. Pero no se preocupe, siempre puede controlar esas emociones y dejar de procrastinar. Nawal Mustafa, estudiante de doctorado en neuropsicología clínica, afirma que la procrastinación es el «retraso intencionado o la evitación de trabajar en una tarea». Citando investigaciones, añadió que la procrastinación es en gran medida un «fallo de autorregulación (una habilidad del funcionamiento ejecutivo), que incluye la incapacidad de regular los sentimientos negativos en torno a la realización de la tarea, o tener un control deficiente de los impulsos».
Sin embargo, subrayó que procrastinación también puede ser el resultado de no tener una estructura en tu día, como «no planificar y preparar cuándo completar las tareas con antelación».
Emociones que pueden hacernos procrastinar
El Dr. Pulkit Khanna, profesor asociado de Psicología y vicedecano del Instituto Jindal de Ciencias del Comportamiento de la Universidad Global O.P. Jindal, declaró a indianexpress.com: «La procrastinación se atribuye tradicionalmente a la pereza y a una mala gestión del tiempo. De hecho, la investigación psicológica confirma ahora que tiene más que ver con una mala gestión emocional. A menudo tendemos a posponer algunas tareas porque queremos proteger nuestra autoestima o luchamos por gestionar nuestra energía en medio de exigencias contrapuestas».
Nawal, en otro post, compartió las emociones que pueden hacernos posponer una tarea, como sentirnos abrumados, aburridos, ansiosos o dudar de nosotros mismos.
Pasos para superar la procrastinación
El primer paso para superar la procrastinación es identificar la razón por la que la dejas para más tarde. «Tomar conciencia es esencial», señala Nawal.
Nawal compartió estrategias para superar la procrastinación:
Agobiado – Divide la tarea en pasos más pequeños y manejables y céntrate en un paso cada vez. Pasitos de bebé.
Aburrido/desinteresado – Empujarme para empezar y hacer 10 minutos de la tarea. Lo más probable es que continúe, ya que la iniciación es la parte más difícil.
Ansioso – Practica la respiración profunda y dedica un tiempo a trabajar en la tarea. Esto te ayudará a asegurarte de que la tarea se hará, pero no en este momento.
Autoduda – Recuérdate a ti mismo que la acción genera confianza. Disfrutarás del proceso de aprendizaje, aceptarás cometer errores y tendrás la firme convicción de que mejorarás a medida que sigas trabajando en esta tarea.
Las investigaciones demuestran que la procrastinación es, en gran medida, un fallo de autorregulación. (Fuente de la imagen: Pixabay)
El Dr. Khanna, también compartió algunos consejos para gestionar la procrastinación. Ellos son:
Debemos trabajar en gestionarnos a nosotros mismos antes de aprender a gestionar el tiempo. Simple ejercicios podrían incluir:
Mayor conciencia de uno mismo: ¿Cuáles son las tareas que suelo posponer? ¿Existe algún patrón?
Identifica tu «momento de máximo rendimiento‘: Eres una persona madrugadora/noche – es cuando tienes más probabilidades de terminar el trabajo.
Prueba a acumular hábitos: Vincula una nueva tarea con otra que ya forme parte de tu rutina, por ejemplo, 10 minutos de lectura con el té de la mañana.
Planificar un presupuesto de tiempo para «lo que hay que hacer» y «lo que se quiere hacer» puede ayudar a priorizar las tareas.
Culpar a alguien que lucha contra la procrastinación no ayuda. (Fuente de la imagen: Pixabay)
Cómo tratar a un procrastinador
Aunque los consejos anteriores son para las personas que procrastinan, también es vital saber cómo relacionarse con las personas que muestran este rasgo de una manera que sea empática pero que al mismo tiempo ayude a realizar el trabajo.
Según el Dr. Khanna, «la paciencia es la clave» para tratar con estas personas. «Es importante evitar el impulso de culparles o etiquetarles. Siempre que sea posible, puede ser útil hacerles ver con delicadeza los riesgos potenciales de su comportamiento. El regaño rara vez ayuda», añade.
El Dr. Khanna también aconseja utilizar el refuerzo positivo como herramienta. «Ofrecer una golosina por un paso deseable en la dirección correcta puede ayudar (por ejemplo, preparar el desayuno favorito de su hijo cuando se despierte con la alarma matutina)».
Por último, es bueno buscar ayuda profesional cuando este comportamiento se vuelve disfuncional y empieza a perjudicar la propia rutina y las relaciones interpersonales, sugirió.
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