A fue despedido recientemente y experimentaba una gran inquietud y preocupación. Aumentaba la ansiedad, el mal humor y la irritabilidad. El sueño se estaba alterando y había un menor deseo de querer conocer gente, participar en actividades que antes disfrutaba o incluso considerar su próximo movimiento. Al mismo tiempo, parecía difícil dirigir los esfuerzos hacia la determinación de los siguientes pasos necesarios para superar la situación. Simultáneamente, B se encontraba en una situación en la que gran parte de su equipo había sido despedido y existía una gran incertidumbre en torno a la continuidad de su empleo. B se sentía ansiosa y aprensiva, insegura de cómo mantener un enfoque y una actitud positivos y, al mismo tiempo, asegurarse de que la motivación se mantuviera en un nivel significativo para que no se produjera un descenso de la productividad. Ambas buscaban ayuda y apoyo para encontrar una salida y cuidar de su salud mental y su bienestar.
Enfrentarse a un despido repentino puede suponer un reto, no sólo para la persona que ha sido despedida, sino también para quienes conocen a personas que han experimentado lo mismo. Puede repercutir en la forma de pensar de una persona, afectar a su estado de ánimo, provocar alteraciones en el mantenimiento de su salud y sus rutinas y también hacerla más reactiva a las situaciones que se desarrollan a su alrededor. En una situación así, es crucial encontrar formas de cuidar de uno mismo.
A continuación se enumeran algunas cosas que hay que tener en cuenta si te han despedido:
1. Recuerde que no se trata de su persona ni de su capacidad. Es un reflejo de lo que ocurre en el marco organizativo más amplio y en el escenario económico global.
2. Recuérdate a ti mismo los logros y realizaciones que has tenido y la forma en que has superado también las decepciones del pasado.
3. Intente no dejarse llevar por la alternativa de dejar de hacer las cosas que son importantes para su vida y actividades cotidianas. Es importante mantener la continuidad de éstas.
4. Reconoce que se trata de una situación difícil y acepta las emociones por las que estás pasando. Comparte estas experiencias con tu sistema de apoyo para que te ayuden a reorientar tu pensamiento y a adquirir perspectiva en los momentos difíciles.
5. Evita cualquier comparación con los demás y con su trayectoria vital.
6. Sigue reorientándote hacia la resolución de problemas. Hay que esforzarse constantemente por buscar soluciones y formas de sortear la situación. Habla con mentores y asesores y busca su orientación en este sentido.
Si eres una persona que está viendo cómo se suceden una serie de despidos a tu alrededor y las noticias de los mismos te están provocando una mayor ansiedad y una sensación de agobio en tu interior, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
1. 1. Reconoce que se trata de una situación difícil. No interiorices la culpa y la culpabilidad por lo que viven los demás a tu alrededor.
2. Recuerda que es importante mantener un estado de gratitud y aprecio por lo que tienes.
3. Asegúrate de adoptar un enfoque sistematizado de tus tareas. Esto te ayudará a gestionar y mantener tu productividad.
4. 4. Acércate a las personas despedidas de forma que no te afecte a ti. También es importante dar prioridad a tu bienestar.
5. No se aferre ni interiorice estados negativos y sentimientos de culpa y autoculpabilidad. Compártelos y coméntalos con otras personas de tu entorno.
En un escenario así, independientemente de qué y cómo te esté impactando y afectando esta experiencia, es importante recordar que se trata de una fase y una situación que también cambiará. Si estás experimentando una angustia significativa que se está convirtiendo en inmanejable y está impidiendo continuamente tu capacidad para funcionar en los diferentes ámbitos de tu vida, es fundamental que acudas a un experto en busca de ayuda.