Escrito por Dr Mannan Gupta
Tener un hijo propio es el sueño de todo matrimonio, pero el reciente aumento de los casos de infertilidad ha impedido que se haga realidad, sobre todo en la India urbana. Cada año aumenta el número de casos de infertilidad, y más del 35-40% de ellos se deben a trastornos del aparato reproductor masculino. Un bajo recuento de espermatozoides, una baja movilidad y una mala calidad del esperma son los motivos por los que las parejas tienen dificultades para concebir hoy en día.
Uno de los factores más comunes que afectan a la capacidad de concebir es el estilo de vida pobre y sedentario que eligen los hombres. Beben y fuman a diario, tienen patrones de sueño irregulares y consumen mucha comida basura a horas inadecuadas. Todas estas razones conducen a un recuento espermático deficiente. Muchas veces, la corrección de un estilo de vida saludable con ejercicios regulares y una dieta rica en nutrientes ha mejorado la fertilidad masculina.
De todos es sabido que el ejercicio físico es esencial para mantener el cuerpo en forma y protegido de varios trastornos potencialmente mortales. Pero también cabe destacar que hacer ejercicio y levantar objetos pesados puede mejorar la fertilidad de una persona al aumentar la producción de la hormona masculina llamada testosterona. Esto permite a los hombres perder grasa y regular las hormonas de su organismo, lo que no sólo favorece la fertilidad, sino que también mejora la salud cardiovascular. El sobrepeso es una de las causas más comunes de un bajo recuento de espermatozoides.
Recientes metaanálisis del Instituto de Investigación Robinson de la Universidad de Adelaida (Australia) han indicado que la obesidad en los hombres afecta negativamente a parámetros espermáticos básicos como el recuento, la concentración y la motilidad de los espermatozoides, aumenta la posibilidad de ser diagnosticado de infertilidad y reduce las posibilidades de concepción. Según los investigadores, «el daño en el ADN espermático, caracterizado normalmente por roturas de la cadena de ADN y oxidación de los nucleótidos del ADN, es un marcador especializado de la calidad del esperma que se ha asociado de forma independiente con abortos recurrentes, menor éxito de la reproducción asistida y mayor carga mutacional en la descendencia posterior». Aunque todavía hay datos contradictorios en humanos en cuanto a la asociación de la obesidad en los hombres con el daño del ADN espermático, las pruebas procedentes de modelos de roedores son claras e indican que la obesidad masculina aumenta el daño del ADN espermático. Los datos en humanos suelen ser contradictorios debido a la gran heterogeneidad entre los estudios, el uso del índice de masa corporal como indicador de obesidad y los métodos utilizados para la detección del daño en el ADN espermático. Además, las comorbilidades de la obesidad (es decir, el estrés térmico, las adipoquinas, la resistencia a la insulina, los cambios en los lípidos, el hipogonadismo y la apnea obstructiva del sueño) también se asocian de forma independiente con un mayor daño en el ADN espermático.»
Científicos de la Universidad de Newcastle han demostrado que las nuevas mutaciones, que no se heredan del padre ni de la madre sino que se producen durante el proceso de reproducción, cuando se replica el ADN de ambos progenitores, pueden provocar infertilidad en los hombres en etapas posteriores de la vida.
Según un estudio indio publicado en Journal of Human Reproductive Sciences en 2015, «una y otra vez se han publicado diversos estudios que apoyan una disminución de la calidad del esperma o la descartan. El análisis de datos retrospectivos indica que el recuento de espermatozoides puede haber disminuido en algunas partes del mundo, pero parece haber variaciones geográficas en la calidad del semen. La razón de las variaciones geográficas en las características del semen no está clara, pero puede deberse a causas ambientales, nutricionales, socioeconómicas u otras desconocidas. La disminución de la calidad del semen coincide con un aumento de la incidencia de anomalías del tracto genital masculino, incluidos el cáncer testicular y la criptorquidia, en varios países.»
Aunque se ha producido un aumento sustancial de la infertilidad masculina, también ha aumentado la femenina. Pero la buena noticia es que las nuevas tecnologías y procedimientos avanzados pueden proporcionar esperanza cuando los métodos correctivos convencionales no funcionan.