Después de un excepcional año 2021 en julio, Cannes vuelve en mayo con su edición de 2022 y su rica selección de un centenar de películas más o menos esperadas. Después de su apertura zombie con ¡Cortar!, por lo tanto, el festival está en pleno apogeo y revela un poco más de sus joyas (o no) todos los días. Es hora de que le demos nuestra opinión sobre La esposa de Tchaikovskyuna nueva propuesta del cineasta disidente ruso Kirill Serebrennikov.
1 BODA Y 4 ENTIERROS
Se hizo a partir del descubrimiento en competencia de Letouno de los cineastas rusos más escrutados de su generación, Kirill Serebrennikov había dejado la Croisette atontado durante su última visita, donde Fiebre de Petrov había esparcido un magma de imágenes virtuosas y agotadoras. Su llegada a Cannes en 2022 tiene una importancia simbólica particular.
Por la guerra que asola Ucrania, pero también por su condición de artista disidente bajo arresto domiciliario recién exfiltrado, el artista era, por decir lo menos, esperado. El tema de su nueva película podría sugerir que el furioso narrador, atravesado por abrumadores impulsos de rock and roll, se había calmado. Por el contrario, el interesado recoge aquí los códigos de su filmografía y sus logros por el lado del teatro y la ópera, para proponer un voladura en el orden de la biografía filmada.
La esposa de Tchaikovsky puede descubrirse como una película de época, rememorando, en la segunda mitad del siglo XIX, el infierno social y marital por el que pasó la esposa del célebre músico. Tras una apertura en trampantojo, donde tras la aparente sobriedad formal ya se insinúa un ambiente fúnebre de inusitada fuerza, el director demuestra que su minuciosa reconstrucción no es un tranquilizador. Y aquí está, al final de un plano secuencia espectral, donde la multitud curiosa acude a presentar sus respetos a los pies de Tchaikovsky, presentándonos al creador que regresa de entre los muertos para agonizar con insultos a su viuda.
Los baños estaban cerrados por dentro.
Este último, en otro tiempo un joven músico entusiasta, llevado por un amor absoluto por el compositor, le pidió matrimonio, al que finalmente accedió, deseoso desofocar los rumores persistentes sobre su gusto por los hombres jóvenes. Y que la desafortunada Antonina caiga en una espiral demente de repugnancia, ira y desprecio no expresados, que finalmente sacarán lo mejor de su mente y de su cuerpo.
Lejos de ser una película de tesis, La esposa de Tchaikovsky se construye en dos movimientos abrumadores. La primera, más sobria -en apariencia- describe con la precisión de un cruel entomólogo cómo una joven progresa en un entorno que le es desconocido, sin darse cuenta de la trampa que se cierne sobre ella. Serebrennikov despliega entonces una ciencia de montaje y montaje perfectamente desconcertante, que sitúa a la película, desde el inicio de la competición, como una de las candidatas más serias a los premios más populares.
Casado a última vista
EL ANILLO DEL REY
Jugando con la gramática del encierro con una facilidad asombrosa, el director orquesta una degradación y decadencia gradual pero inexorable de la realidad. Mientras la fotografía nos encierra en espacios vaporosos, que uno juraría exhalar el aliento de una tumba, sonido y encuadre subrayan la progresiva aparición de moscas invasoras, como tantos signos de la locura por venir, y de la muerte que ya impone su imperio sobre los cuerpos.
Es que Antonina no comprende de inmediato lo que le espera, como cuando, durante una aparente luna de miel, ella y su esposo se encuentran con dos viejos amigos, cuya lujuria se le escapa, mientras la cámara genera una nauseabunda sensación de encierro. Estas muescas de la trampa mandibular que pronto aplastará a la desdichada aparecen gracias a una ciencia de la narración a la vez rigurosa y locamente libre, a medida que el director convierte cada una de sus transiciones en un giro de fuerza formal.
Lejos de cualquier lógica exagerada o vanamente demostrativa, la película refleja el problema que vence y luego barre a su heroína revisitando una serie de identidades notables tanto del cine clásico como del contemporáneo, con una precisión a veces asombrosa. Se piensa en tal panorámica que permita, en un marco único, mostrar el incesante correr del tiempo y la soledad que despliega, o, falsamente clásico, este entrecruzamiento de tal maestría que pronto se hace imposible disociar los elementos, tanto se fusionan con un genio plástico deslumbrante.
ELLOS VIVEN INFELICES
Pero es cuando la narración da paso, en la segunda mitad de la película, a una explosión de los sentidos, y por tanto de la puesta en escena, que Kirill Serebrennikov transforma esta apasionante propuesta en su mayor película hasta la fecha. Una vez terminados los juegos, coreada fuerte y clara la negativa categórica de este último a divorciarse, las filas ya no se moverán. Y es por tanto la locura de un cuerpo social cosificando a la mujer, el aparente absurdo de la terquedad, lo que da a cada secuencia su matiz mefítico.
Y el largometraje en convertirse número de baile de pesadilla, un carrusel de carreras sin finsin caer nunca en el formalismo un tanto frío de Leto o la energía dispersa de Fiebre de Petrov. Todo aquí está en su lugar apropiado, ya que el horror llena gradualmente la pantalla. Porque de eso se trata, mientras que los acentos dorados de la fotografía aparecen como lo que fueron: el anuncio de un incendio fúnebre, de una putrefacción inexorable de los afectos, pero muy literalmente, del cuerpo de la protagonista.
Es la encarnación de este último por Alyona Mikhailova que completa la transformación. La esposa de Tchaikovsky en una tragedia infernal. Mientras sus facciones se ahuecan, mientras el personaje se pierde en ensoñaciones embrujadas, como en esta sesión de retratos a la que se invitan sus hijos muertos, el intérprete siempre encuentra el justo equilibrio entre implicación y distancia. Como si se diera cuenta de que el más delirante de sus trucos escénicos nunca debería ser otra cosa que un escenario dedicado a su actuación, Serebrennikov nunca se olvida de darle todo el espaciola última palabra, el último paso de baile, hasta la caída.
¿Cuándo sale? Por el momento, no se ha confirmado ninguna fecha de lanzamiento en Francia.