Una joven ucraniana dio a luz en un sótano donde se refugiaba de los bombardeos rusos, ayudada por varios familiares. Había otras 31 personas en el mismo lugar.
Ana Mordiukova tiene 19 años y el 23 de marzo estaba en un sótano de la ciudad de Lukashivka, a 15 kilómetros de Chernihiv. Todos se refugiaban de las tropas rusas que habían invadido el pueblo y luchaban abiertamente con el ejército ucraniano.
En el momento de su nacimiento, varios familiares cercanos también estaban cerca de ella. Como no tenían medicamentos, también recurrieron a los militares rusos, que llevaban varias semanas en el pueblo, escribe el corresponsal especial de Agerpres en Ucrania.
«Durante la ocupación, primero nos quedamos aquí, y después, poco a poco, vinieron nuestros vecinos. Cuando llegaron los rusos, éramos 32 personas, incluidos los niños. Pensábamos añadir otro piso al sótano para que los niños pudieran dormir allí, pero el día 9 entraron los rusos y entonces cayó un proyectil en el patio, destruyó nuestra casa y la explosión arrancó la puerta del sótano. (…)
En cuanto al niño, nació un mes después del comienzo de la guerra. El 23 de marzo nació aquí una niña. Vinieron un oficial, una enfermera militar rusa y una comadrona de nuestro pueblo. Ella fue la que se quedó con la madre. Los militares rusos tenían todo lo médicamente necesario. Estaban allí para cualquier eventualidad», dijo a Agerpres Irina Terihova, la propietaria de la bodega donde se produjo el nacimiento.
Decidió llamar a su hija Victoria
A pesar de tener sólo 19 años, Ana Mordiukova daba a luz por segunda vez. La joven cocinera ucraniana decidió llamar a su niña Victoria, como símbolo de la victoria de Ucrania sobre Rusia. Inicialmente, quería llamar a su hija Carolina o Corina, pero luego decidió llamarla Victoria.
Nunca se le ocurrió que podría dar a luz fuera de una maternidad, ni siquiera entre balas.
«Pensé que daría a luz normalmente. El 24 (marzo – ed.) debía ir al hospital. Estaba programado para ver al médico. Oí disparos, pero pensé que en el siglo XXI no puede haber guerra (…) Tenía varios nombres, y Carolina, y Corina, pero después de dar a luz en el sótano sólo quedó un nombre, Victoria», dijo Ana Mordiukova.
El ucraniano espera que la pequeña Victoria tenga una vida tranquila con su hermana mayor Anghelina y otros niños ucranianos.