
Dos jóvenes italianas descubrieron que fueron cambiadas al nacer hace 33 años.
Todo comenzó hace diez años cuando una de ellas miró unas fotos en Facebook y descubrió que se parecía mucho a la madre de la otra joven.
Siguió un largo juicio, tras el cual se confirmó la increíble sospecha. El lunes 19 de septiembre, una decisión judicial indemnizó a las dos niñas por el trauma que habían sufrido.
Todo comenzó en 1989
Antonella y Lorena nacieron el 22 de junio de 1989 en el hospital de Canosa, en la región italiana de Apulia.
Los bebés no recibieron brazaletes de identificación y sus cunas fueron invertidas accidentalmente. Astlfe, ¡cada madre tiene la niña de la otra!
Las madres de las niñas, Caterina y Loreta, volvieron a casa felices, sin sospechar que se había cometido un error que cambiaría muchos destinos.
El increíble error no se descubrió hasta 2012, cuando una de las niñas miró en Facebook y vio que se parecía mucho a la madre de la otra niña, así como a otros miembros de la familia.
Más tarde, las pruebas de ADN confirmaron que los dos fueron intercambiados al nacer.
Importantes indemnizaciones a las familias
Tras un largo y arduo juicio, el tribunal de Trani concedió a las niñas una indemnización. Una de las madres, Caterina, recibirá 215.000 euros de indemnización, al igual que su marido, mientras que el segundo hijo, un niño, recibirá 81.000 euros por no haber crecido con su verdadera hermana, informa digi24.ro, citando a la prensa italiana.
En el segundo caso, el tribunal concedió medio millón de euros de indemnización a la niña intercambiada al nacer.
Antonella, que había tenido una vida muy dura en su familia, acabó en un orfanato.
Un caso sorprendente en Rumanía: en 1995, la hija de la familia Stoica, de un año de edad, de Suceava, desapareció del hospital. Mihaela fue encontrada después de 26 años
En el caos de los primeros años después de la Revolución, Mihaela Stoica se perdió en los hospitales por sus padres, originarios de Bucovina, que intentaban abrirse camino en la vida para mantener a su familia.
La niña, que entonces tenía un año y medio, se convertiría en la segunda niña rumana adoptada por una pareja extranjera cuando se lo permitieron. 26 años después, la joven, ahora monja, consiguió volver con su familia biológica con la ayuda de una fundación, escribe la prensa española.