
Un análisis de sangre es un método proactivo para detectar cualquier cambio anormal en el cuerpo mediante el análisis de varios componentes de la sangre. Los análisis de sangre periódicos son una de las mejores formas de controlar la salud. Ayuda a detectar problemas médicos, a controlar la eficacia de la medicación o la terapia y a tomar decisiones informadas sobre sus parámetros. Aunque esté sano y tenga más de 18 años, debería interiorizar una rutina de análisis de sangre periódicos.
La atención sanitaria preventiva es la mejor manera de reducir la carga de enfermedad. Antes de solicitar pruebas de laboratorio, consulte a un médico para saber si tiene un mayor riesgo de enfermedad. Esto puede ayudarle a determinar qué tipo de pruebas adicionales puede necesitar. Por ejemplo, la edad, el historial médico, los antecedentes familiares de enfermedades, la obesidad, sus hábitos de consumo de alcohol y de tabaco, todo ello influye en sus análisis de sangre.
TIPOS DE ANÁLISIS DE SANGRE
A continuación se indican algunos de los principales análisis de sangre que suelen recomendar los médicos. Le ayudan a conocer mejor su salud y a mejorar la toma de decisiones en caso de que haya anomalías.
– Recuento sanguíneo completo: Proporciona una imagen rápida y completa del funcionamiento de tu sangre y médula ósea. Mide varios aspectos de la sangre, como el número, la variedad, el porcentaje y la concentración. Ayuda a determinar la calidad de las principales células sanguíneas: plaquetas, glóbulos rojos y glóbulos blancos. Es eficaz para detectar diferentes anomalías hematológicas, como anemia, deficiencias nutricionales, problemas de coagulación, infecciones y cáncer de sangre.
– Panel metabólico: Incluye la medición de la glucosa, la prueba de la función renal, incluido el nitrógeno ureico en sangre (BUN), la creatinina, el sodio, el potasio, el calcio y el bicarbonato. La prueba de la función hepática incluye la albúmina, la fosfatasa alcalina (ALP), la alanina aminotransferasa (ALT), la aspartato aminotransferasa (AST) y la bilirrubina. Estas pruebas ayudan a comprender el funcionamiento de los riñones y el hígado.
– Perfil lipídico: Se trata de una prueba importante, ya que permite trazar un mapa de su salud cardiovascular y cerebrovascular. Comprueba los niveles de colesterol, como las lipoproteínas de alta densidad (HDL), las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los triglicéridos. Ayuda a conocer el estado de su salud cardíaca y a tomar las medidas necesarias en caso de anomalías.
– Panel de tiroides: También conocido como test de función tiroidea, comprueba el buen funcionamiento de la glándula tiroides y cómo produce hormonas como la triyodotironina (T3), la tiroxina (T4) y la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Estas hormonas regulan el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, el metabolismo y contribuyen al bienestar general.
– Marcador de cáncer: Además del recuento sanguíneo completo (CBC) que detecta cualquier anomalía, se recomiendan otras pruebas para el cribado de células cancerígenas. Entre ellas se encuentran el antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer de próstata y el antígeno cancerígeno 125 (CA 125) para el cáncer de ovario. Otros ejemplos son el antígeno carcinoembrionario (CEA) para el cáncer de colon y la alfafetoproteína para el cáncer de hígado.
– Pruebas para detectar la deficiencia de vitamina B12 y vitamina D: Estas pruebas son útiles para medir las deficiencias de vitamina B12 y vitamina D. Estas vitaminas contribuyen en gran medida al funcionamiento metabólico normal y a la salud de los huesos, por lo que hay que controlar sus niveles.
CÓMO ENTENDER SU INFORME DE SANGRE
Los resultados suelen estar escritos en valores numéricos. En algunos casos, incluyen indicaciones o marcadores para que sepas cómo está tu sangre en tu cuerpo. Puede encontrar letras utilizadas para indicar una condición particular como H para alto, L para bajo o el acrónimo WNL para «dentro de los límites normales». En caso de dificultad, puede consultar al médico o al técnico de laboratorio para conocer mejor sus informes.
Lo más importante es que trabajes para mantener y mejorar tu salud sanguínea. En función de los resultados, puede decidir el curso de acción correcto, como los hábitos de dieta, el ejercicio, etc. Es importante tener en cuenta que un valor numérico anormal no siempre denota una enfermedad/infección importante y debe ser interpretado por un profesional cualificado, especialmente en el marco de un escenario clínico.
CONCLUSIONES RÁPIDAS
Para obtener una buena instantánea de su salud, debe acudir periódicamente a un análisis de sangre. Los análisis de sangre mencionados anteriormente le ayudan a identificar la fuerza y la debilidad de su cuerpo. Además, también ayudan a conocer la eficacia de la medicación que pueda estar tomando para cualquier complicación. Basándose en los resultados de los análisis, su médico puede recomendarle la mejor manera de mejorar su salud para mantener los problemas a raya.