El sector inmobiliario chino tiene actualmente problemas financieros. En este sentido, algunos sostienen que el país está viviendo una crisis financiera sin precedentes, con los bancos al borde del colapso.
China se enfrenta a una crisis financiera sin precedentes, con los mercados inmobiliarios en llamas y los bancos al borde del colapso.
¿Qué demonios está pasando?
– Lark Davis (@TheCryptoLark) 21 de agosto de 2022
Esto es según el criptoinversor Lark Davis, él informa que el 75% de la riqueza de China reside en bienes raíces, lo que deja a la persona promedio altamente expuesta al potencial estallido de burbujas en este sector.
Además, los impagos de bonos chinos alcanzaron los 20.000 millones de dólares en 2022, más del doble que en 2021, y 18 de las 19 empresas internacionales chinas que quebraron en 2021 eran empresas inmobiliarias.
Las reclamaciones de los bancos a los que contrataron una hipoteca para comprar una propiedad también se están deteriorando de forma significativa en China, en cierto modo de forma similar a lo que ocurrió en 2008 en Estados Unidos con el posterior colapso de las hipotecas de alto riesgo.
Incluso la elevada exposición de algunos bancos chinos a empresas inmobiliarias en quiebra ha llevado a algunos de ellos a suspender las retiradas, primero en las zonas rurales de este enorme país y luego en las grandes ciudades.
Según Lark Davis, si el mercado inmobiliario chino se hunde, las consecuencias podrían ser tan graves como las de 2008, o incluso peores, porque China es ahora un país de rápido crecimiento y parte integrante de la economía mundial.
Sin embargo, algunos sostienen que la situación podría mejorar en el próximo año, y que lo peor podría ser lo que está ocurriendo ahora.
Hay que recordar que esta situación dura ya cerca de un año, desde que Evergrande, la segunda empresa inmobiliaria de China, entró en crisis a mediados del año pasado, estando al borde de la quiebra en varias ocasiones.
Las intervenciones económicas de China
Hasta ahora, el Estado chino siempre ha intervenido para evitar el colapso del sector, y aparentemente siempre lo ha conseguido.
Por ejemplo, un informe del Banco Central de China muestra cómo, a diferencia de los bancos centrales de Estados Unidos y Europa, no lanzaron una importante flexibilización cuantitativa en 2020, sino que esperaron hasta principios de 2021 para iniciar una política monetaria expansiva que alcanzó su punto máximo a principios de 2022. El balance actual del PBoC es de sólo 10.000 millones de euros, un 6% por encima de su nivel prepandémico, mientras que el balance de la Fed sigue siendo más del doble del balance prepandémico.
Así que, en teoría, el banco central de China todavía tiene muchas reservas que puede utilizar si quiere evitar un colapso inmobiliario generalizado, y de hecho parece tener la intención de utilizarlas si es necesario.
Basta con decir que la inflación oficial en China es del 2,7%, mientras que en Estados Unidos es de alrededor del 9%.
Así que aunque los problemas están ahí, y los riesgos en teoría están ahí, el escenario es el de un país que todavía puede ser capaz de reaccionar y evitar lo peor.