China ha lanzado un ataque velado a Rusia en medio del creciente temor a un posible accidente en la central nuclear ucraniana de Zaporozhye. La planta está ahora controlada por los invasores, y los empleados ucranianos trabajan bajo la constante amenaza rusa.
Geng Shuang, representante permanente adjunto de China ante la ONU, pidió el sábado a todas las partes «que muestren la máxima moderación, cumplan estrictamente el derecho internacional y minimicen el riesgo de accidentes».
«No debemos permitir que se repitan las tragedias de Chernóbil y Fukushima», continuó.
Shuang advirtió que un solo incidente podría desencadenar un accidente nuclear «con consecuencias irreversibles para el ecosistema y la salud pública en Ucrania y los países vecinos».
En este contexto, el funcionario chino pidió a Putin que ponga fin a la «ruleta rusa».
La advertencia de China tiene un peso importante en el contexto de que es quizás la única potencia con influencia real sobre Vladimir Putin, informa inews.co.uk.
Los rusos han trasladado sus tropas y su técnica militar a Zaporozhye, atacando a los ucranianos allí. Se han producido varios atentados en la zona, en los que los dos bandos se culpan mutuamente.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica ha expresado en repetidas ocasiones su grave preocupación por la situación.
Esta misma semana se evitó por los pelos una catástrofe, cuando la central estuvo durante un tiempo «completamente desconectada» de la red, tras los daños sufridos en las líneas de comunicación.