
Sale a la luz un nuevo método de estafa practicado por algunos ciudadanos rumanos en Alemania. Se trata de una estafa con dinero rumano antiguo, pero de aparente alto valor para quienes no están familiarizados con los billetes.
Un joven de Gifhorn (Baja Sajonia) es una de las víctimas. El hombre fue estafado el domingo cerca de Hankensbüttel. Según la policía, por la noche se percató de la presencia de un coche con matrícula extranjera en el arcén de una carretera. Como el coche tenía las luces de emergencia encendidas, intentó ayudar a los dos ocupantes del coche.
Según la policía, el conductor del coche le dijo al hombre que estaba en una situación desesperada y le pidió que cambiara unos billetes rumanos en euros. Utilizando dos viejos billetes de 1.000 lei, fuera de circulación y, por tanto, con valor de coleccionista, el rumano explicó a la víctima que el valor normal de los 2.000 lei sería de unos 400 euros, pero que sólo estaba dispuesto a recibir 200 euros, ya que necesitaba desesperadamente llenar el depósito del coche.
La víctima les dio finalmente 170 euros, y los dos rumanos del coche se marcharon en dirección desconocida.
El lunes, el joven de 26 años quiso cambiar los billetes por euros en un banco. Allí le dijeron que los billetes eran obsoletos y, por tanto, prácticamente sin valor, según stiridiaspora.ro.
Los agentes de policía advierten a los ciudadanos de que deben tener mucho cuidado cuando cambien este tipo de divisas, y que cuando observen que algo no va bien lo notifiquen inmediatamente a las autoridades.
El método no es nuevo en Alemania
Este incidente no es el primero que ocurre en Alemania. Aprovechando que la mayoría de los alemanes no conocen los billetes rumanos, los ingeniosos delincuentes utilizan este método para conseguir dinero fácil.
Básicamente, reparten papel sin valor y reciben cientos de euros a cambio.
La policía de Bromskirchen, en el estado de Hesse, se ha enfrentado a una situación casi idéntica. También en este caso se trataba de un conductor que tenía «problemas» con su coche y un joven cambió un billete de 1.000 lei (viejo, por supuesto) por uno de 50 euros.
El rumano le explicó al joven que ese billete rumano valdría 200 euros, pero que «sólo» aceptaría 50, ya que estaba en una situación desesperada. También en este caso, la víctima no se enteró de que había sido engañada hasta que llegó al banco, donde los empleados le explicaron que esos billetes estaban fuera de circulación y, por tanto, no tenían valor.