Laurent Simons tiene 12 años y acaba de terminar un máster en física cuántica en la Universidad de Amberes. El año pasado logró obtener su licenciatura en sólo un año y con la máxima distinción.
El niño prodigio de 12 años de Ostende sigue impresionando. Ahora tiene un máster en física, también por la Universidad de Amberes. Sólo le llevó un año, en lugar de los dos habituales. Y con una media global del 88%, sus resultados son más que satisfactorios.
«Conozco muy bien la asignatura, así que automáticamente obtengo una buena nota», dijo a los periodistas de Standaard.
El joven adolescente tiene un coeficiente intelectual estimado en 145. La media está entre 90 y 110. Por ello, Laurent tiene una increíble capacidad de memoria, lo que le ha permitido avanzar a un ritmo mucho más rápido.
Laurent no tiene intención de detenerse ahí. Desde el principio del año escolar, estudiará medicina y luego hará un doctorado. Pero antes, quiere aprovechar el verano. «Quiero jugar un poco con los amigos e ir de viaje», dijo a Standaard, según Agerpres.
Todos estos estudios le acercan un poco más a su sueño: inmortalizar a la humanidad fabricando órganos artificiales. Un reto apasionante que este niño prodigio de 12 años espera asumir algún día.