Una mujer de Nueva Jersey pasará probablemente el resto de su vida en prisión después de que un tribunal la condenara por el asesinato de su hijo de un año y cinco meses.
Heather Reynolds, de 44 años, fue declarada culpable de asesinato, posesión de metanfetamina y de poner en peligro el bienestar de un niño y condenada a cadena perpetua, según un comunicado de la fiscalía del condado de Camden.
Reynolds asfixió a su propio hijo con una servilleta que colocó sobre su boca y nariz. La mujer huyó entonces de la casa, llevando a Axel en brazos y pidiendo ayuda a gritos a los vecinos.
La policía del municipio de Gloucester acudió al lugar de los hechos y «el niño fue declarado fallecido poco después», explica un comunicado.
Un año después de la muerte del niño, los forenses determinaron que murió por asfixia, y Reynolds fue arrestado el 13 de junio de 2019. Las autoridades dijeron que Reynolds mató a Axel porque era un impedimento para la aventura extramatrimonial que tenía con su novio.
«Una revisión de los mensajes de texto entre la acusada y su novio de la noche anterior muestra que la acusada se había frustrado con la aparente falta de interés del novio», argumentó el fiscal federal adjunto Peter Gallagher en el tribunal en 2019, informó entonces NJ.com. «Y los testigos también dijeron a los detectives que la acusada expresó la sensación de que su hijo pequeño … era un obstáculo en su relación con su novio».
Reynolds estaba casada en el momento del asesinato, pero su marido estaba casi siempre fuera de la ciudad trabajando.
La mujer asesina comenzó a llorar después de que se anunciara la decisión del jurado: Reynolds fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Un comunicado de prensa de la oficina de la fiscal del condado de Camden, Grace C. MacAulay, dice que «antes de sentenciar a Reynolds, el juez Blue escuchó a los miembros de la familia de la víctima hablar de cómo el crimen del acusado afectó a sus vidas antes de imponer la sentencia», según el Mirror.