Increíbles revelaciones de periodistas británicos de que Vladimir Putin está obsesionado con todo lo oculto. Se dice que el líder ruso está más que interesado en la telepatía y, eso sí, en los rituales sangrientos.
El periódico The Sun escribe que Vladimir Putin ha puesto toda su fe en un vidente cuyas divagaciones han llevado a la humanidad al borde de la guerra nuclear.
Putin teme las maldiciones de los chamanes
Se dice que el presidente ruso es muy supersticioso y teme las maldiciones de los chamanes. Así, se dice que incluso sacrificó ritualmente un perro negro y un águila. Además, se dice que Putin se baña en sangre «mágica» de cuerno de ciervo para aumentar su apetito sexual.
Putin y su entorno «creen en un montón de cosas mágicas», señala The Sun, que también apunta que algunas de estas «creencias» pueden estar en la base de la decisión de invadir Ucrania.
Oleg Kashin, un escritor ruso que ha investigado ampliamente los vínculos de Putin con el ocultismo, relató para la fuente cómo un espía llamado Georgy Rogozin reconfiguró toda la visión del mundo de Putin. Este Rogozin era un oficial de la KGB con interés en lo paranormal y afición por la telepatía y la parapsicología. Apodado «Merlín en el Kremlin», el espía Georgy Rogozin se jactó en vida de tener el poder de leer la mente, invocar espíritus e incluso predecir el futuro de Boris Yeltsin, antiguo líder de Rusia.
Aunque murió en 2014, se dice que Rogozin sigue teniendo una fuerte influencia en Vladimir Putin.
«Las dementes alucinaciones de un psíquico del Kremlin, fallecido hace tiempo, condujeron a una guerra real y llevaron al mundo al borde de la guerra nuclear. Es imposible evitar el misticismo que rodea las decisiones de Putin y su círculo. Creen en muchas cosas mágicas» – Oleg Kashin, escritor ruso
Putin y Patrushev, controlados por Georgy Rogozin
Los periodistas británicos escriben que, en un momento dado, Georgy Rogozin habría caído en un trance hipnótico mientras miraba una fotografía de Madeleine Albright, la ex primera ministra de Gran Bretaña. Se dice que la ex espía del KGB dijo que tenía un odio extremo a Rusia. En otras ocasiones, este supuesto vidente ha «visto» que Estados Unidos quiere «robar» la región de Siberia a Rusia para acceder a las enormes reservas de riqueza (gas, petróleo, carbón, madera, etc.) que hay allí. The Sun establece un paralelismo entre las opiniones de Rogozin y el hecho de que Putin y Nikolai Patrushev, jefe del SVR, no hayan hablado ni una sola vez sobre el tema.
Además, el escritor Oleg Kashin también menciona el caso del «chamán siberiano» Aleksandr Gabyshev, que en 2019 inició una marcha a Moscú con el objetivo de «purificar el espíritu demoníaco» de Vladimir Putin. Temiendo las maldiciones del chamán, el líder del Kremlin habría ordenado su detención, que se produjo unos kilómetros antes de que la «marcha» llegara a Moscú. Gabyshev se encuentra actualmente en un hospital psiquiátrico.
«Las leyes rusas no prohíben a los chamanes y la única razón de su detención, estoy seguro, es que Putin creía en estos rituales y estaba preocupado por ellos» – Oleg Kashin