
Pocas posibilidades de limitar los precios del gas ruso en toda la UE. La información fue proporcionada por el diario británico The Guardian, que tuvo acceso a una serie de documentos secretos sobre las negociaciones en Bruselas.
Según la fuente, es más probable que Ursula von der Leyen considere la posibilidad de imponer un impuesto sobre los beneficios excesivos obtenidos por las empresas de petróleo y gas.
Las grandes empresas energéticas en el punto de mira de la C.E.
En su lugar, señala The Guardian, que recoge información clasificada de un borrador de documento de la Comisión Europea, «se espera que la UE introduzca un impuesto sobre los grandes beneficios de las empresas de combustibles y energía, así como un tope separado sobre los beneficios de los productores de energía de baja emisión de carbono».
En otras palabras, no se limita el precio de las importaciones de gas ruso (o de otro gas importado por los Estados miembros de la UE, ¡muy importante!), sino que se aplica un impuesto adicional a las empresas energéticas.
Argumentos para gravar a las empresas
El documento que cita el diario británico se refiere a los beneficios obtenidos en 2022 por las empresas de petróleo, carbón y gas, que se habrían quintuplicado como consecuencia de la «explosión» de los precios. La CE cree que debería introducirse un impuesto separado, la llamada «contribución de solidaridad», para ello.
El importe de la tasa no se especifica en el texto «filtrado» por los periodistas de The Guardian.
Plan de la UE para hacer frente a la subida de los precios de la electricidad
Ursula von der Leyen, jefa de la Comisión Europea, presentará el miércoles 14 de septiembre el plan de la UE para hacer frente al aumento de los precios de la electricidad. Según The Guardian, aunque la forma final del documento puede sufrir algunos cambios, en esencia reflejará las dudas de la Comisión Europea sobre el apoyo de suficientes Estados miembros de la UE para imponer el «embargo» de precios al gas ruso.
Varios países de la Unión Europea, encabezados por Hungría, Eslovaquia y Austria, han expresado sus dudas sobre la adopción de esta medida. La actitud de algunos cancilleres europeos contradice la posición oficial del Comisario de Energía de la UE, Kadri Simson, que considera necesario limitar el precio de las importaciones de gas ruso «debido a la agresión de Moscú contra Ucrania».