El disidente ruso Alexei Navalnyi, en la prisión de máxima seguridad IK-6 Melekhovodonde cumple una condena de 9 años por «fraude, violación de la libertad condicional y desacato al tribunal»- ha vuelto a ser incomunicado, esta vez durante 11 días.
Es la quinta vez que Navalnyi acaba en régimen de aislamiento -esta vez durante 11 días-, pero el vehemente crítico de Putin ha transmitido a través de sus cuentas de Instagram y Twitter -dirigidas por sus abogados y por Yulia Navalnyia, su esposa- que las autoridades rusas no podrán «callarlo».
«Estoy constantemente en confinamiento solitario. Nadie puede ocultar el contexto político que hay detrás de esta situación. Tienes el derecho de hablar en contra de la movilización criminal que causó que decenas de miles de familias perdieran a su hijo, hermano, padre.
Me quedaré en solitario y no me callarán.. Este (nota del editor – movilización decretada por Vladimir Putin) es un crimen contra mi país. No me callaré y espero que todos los que me escuchen no se callen. Lo que está ocurriendo ahora (ed. – en Rusia) es mucho más aterrador que cualquier día de aislamiento. Esto representa la participación de cientos de miles de personas en un crimen que Putin está cometiendo«, fue el mensaje que Alexei Navalny envió desde la cárcel.
Alexei Navalny: «He insultado al investigador criminal»
La última vez que Alexei Navalny estuvo en régimen de aislamiento fue durante 14 días, pero las burlas contra él continúan, sobre todo porque es igualmente crítico con las decisiones de Vladimir Putin.
Por «barrer mal el patio de ejercicios» de la prisión de máxima seguridad -y por insultar a un investigador penal- el disidente ruso pasará otros 11 días en régimen de aislamiento.
«Me volvieron a poner en aislamiento, durante otros 11 días, porque barrí el patio de ejercicios mal e insulté al investigador criminal, el teniente Neimovich, llamándole «teniente Neimovich» en lugar de su nombre de pila y su patronímico», tuiteó el disidente ruso el 1 de noviembre de 2022.
En octubre, Alexei Navalny dijo que se enfrentaba a nuevos cargos – «terrorismo y extremismo»- que podrían acarrearle una condena de hasta 30 años de cárcel.
El disidente ruso fue detenido en enero de 2021 a su regreso de Alemania, donde se había recuperado de un intento de envenenamiento. Navalnyi acusó desde el principio a Vladimir Putin de ordenar su asesinato.
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