
El multimillonario Elon Musk «dio en el clavo» con la primera fragancia lanzada bajo la marca de su empresa, The Boring Company, a la que bautizó como «Burnt Hair», diciendo que es «la esencia del deseo repulsivo». El magnate de origen sudafricano dijo que ya ha vendido 10.000 botellas, lo que le ha reportado un millón de dólares en pocas horas.
«Con un nombre como el mío, entrar en la industria de la perfumería era inevitable, ¿por qué me he resistido tanto hasta ahora?», tuiteó Elon Musk, que también actualizó su cuenta en la red social para describirse como «vendedor de perfumes» a partir de ahora.
«The Essence of Repulsive Desire», es la descripción publicada en la página web de The Boring Company, y cuesta 100 dólares la botella y estará a la venta en el extranjero a partir del primer trimestre de 2023.
La mejor fragancia de la Tierra! https://t.co/ohjWxNX5ZC pic.twitter.com/0J1lmREOBS
– Elon Musk (@elonmusk) 11 de octubre de 2022
Los anteriores productos inusuales lanzados por Elon Musk han incluido la marca de tequila Tesla, lanzada en 2020, y un par de «pantalones muy cortos», que simbolizan la victoria del magnate sobre los inversores que apostaron contra el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que desde entonces se ha convertido en el fabricante de automóviles más valioso del mundo.
Musk también vendió lanzallamas por 500 dólares
Su Boring Company, una empresa de construcción de túneles valorada recientemente en 5.700 millones de dólares, vendió lanzallamas por 500 dólares cada uno a principios de 2018, obteniendo 10 millones de dólares. El magnate sudafricano también vendió 50.000 gorras con el logotipo de la Boring Company.
Las ambiciones anunciadas por Elon Musk a lo largo de los años han ido desde la colonización de Marte hasta la creación de una nueva economía energéticamente sostenible, pasando por la creación del fabricante de coches eléctricos Tesla, la empresa de cohetes espaciales SpaceX y otras empresas más pequeñas.
La semana pasada, el multimillonario propuso revivir su plan original de comprar Twitter Inc. por 44.000 millones de dólares, pidiendo que se detenga una demanda de los propietarios de la red de medios sociales que podría haberle obligado a pagar esa cantidad tanto si estaba de acuerdo como si no.
Si su petición tiene éxito, la adquisición de Twitter pondría al multimillonario sudafricano al frente de una de las plataformas de medios de comunicación más influyentes del mundo y pondría fin a meses de litigios que han afectado a la marca Twitter.