1) Tras repetidos intentos, que además suponen un gran coste, muchas parejas renuncian a los tratamientos de fecundación in vitro (FIV) y pierden la esperanza de quedarse embarazadas. ¿Puede lograrse el embarazo tras múltiples intentos fallidos de FIV?
Un ciclo de FIV puede fracasar por varias razones: un diagnóstico incorrecto de la causa de la infertilidad, un tratamiento inadecuado, anomalías cromosómicas en el embrión y un fallo de implantación/receptividad endometrial. Una de las primeras cosas que requiere la FIV es que tanto la pareja masculina como la femenina se sometan a unas cuantas pruebas, como análisis de sangre y ecografías, para determinar la causa fundamental de la infertilidad. Sólo después de una investigación exhaustiva del caso de cada paciente se puede trazar un tratamiento. En muchos casos, la pareja debe tomar medicamentos para tratar las enfermedades subyacentes o incluso otros procedimientos como la extirpación de fibromas uterinos.
Una vez que se produce la fecundación del óvulo y el espermatozoide y se forma un embrión, se realizan pruebas genéticas preimplantacionales (o PGT) para comprobar si existen anomalías genéticas en el embrión; estas anomalías pueden suponer una barrera para la concepción o provocar un aborto. Por tanto, el PGT ayuda de dos maneras: a) la transferencia del embrión mejor clasificado al útero, y b) la transferencia de un solo embrión (en algunos casos pueden hacerse transferencias múltiples de embriones para aumentar la probabilidad de embarazo, pero pueden dar lugar a complicaciones posteriores). La tecnología utilizada -incluyendo detalles minúsculos como la temperatura y la humedad a la que se manipulan los gametos- también puede marcar una diferencia significativa en el éxito de un ciclo de FIV. En la mayoría de los casos, la brecha se salva comprendiendo el historial de la paciente, adoptando un enfoque único del caso y eligiendo la tecnología adecuada.
2) Tuvo una paciente que se quedó embarazada después del 14º intento. ¿Puede compartir los detalles?
Tras repetidos ciclos fallidos de fecundación in vitro (FIV), la pareja de Nashik Vibha y Abhik (nombres cambiados) consiguieron un embarazo gemelar en su 15º intento. Casados desde hace 15 años, la pareja presentaba infertilidad secundaria, pues ya tenían un hijo mayor. Con la esperanza de completar su familia con más hijos, intentaron concebir de forma natural y mediante tecnología de reproducción asistida. Entonces optaron por la FIV.
Vibha (36 años) declaró tener hipertensión crónica e hipotiroidismo. Al comprobar los parámetros de fertilidad, se descubrió que el revestimiento uterino, el endometrio, había crecido dentro del útero (lo que se denomina adenomiosis). Además, la trompa de Falopio izquierda estaba obstruida con fluidos (hidrosalpinx terminal izquierdo) y tenía menos número de óvulos viables (escaso recuento folicular antral). Al analizar la muestra de semen de Abhik, se descubrió que padecía una oligoastenozoospermia severa o TAO. Esta afección se caracteriza por tres defectos característicos de los espermatozoides: bajo recuento de espermatozoides, escaso movimiento de los mismos y forma anormal.
La pareja había intentado 12 veces el tratamiento antirretroviral con sus propios óvulos, y todas ellas habían fracasado. Dados los niveles comprometidos de reserva de óvulos y esperma sanos de la pareja, la mejor alternativa era optar por los embriones de donantes. Los embriones de donantes son genética y físicamente sanos y tienen más posibilidades de implantarse en el útero y, por tanto, de dar lugar a un nacimiento vivo.
Para preparar el útero de Vibha para la implantación, se le administró plasma rico en plaquetas (PRP) 10 días antes de la transferencia de embriones. La eclosión asistida por láser también ayudó a preparar su útero. Se transfirieron dos embriones de donante. Los niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG) y una ecografía confirmaron la presencia de dos fetos en crecimiento. Pero no llegaron a término. Esto se denomina fallo de implantación recurrente. Se trata de un problema complejo que se produce por varias razones. El plan de tratamiento varía en función del origen del problema. En estos casos, la mejor solución que proporciona luz al final del túnel es el tratamiento personalizado, en función de la naturaleza única de cada caso.
3) ¿Cuál es la tasa de éxito de la FIV por ciclo según la edad de las parejas?
La edad tiene diversos efectos sobre la fertilidad en general y la eficacia de la FIV. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los porcentajes medios de ciclos de FIV que dan lugar a un nacimiento vivo son:
– 31% en mujeres menores de 35 años
– 24% en mujeres de 35 a 37 años
– 16% en mujeres de 38 a 40 años
– 8% en mujeres de 41 a 44 años
– 3% en mujeres de 43 años o más
Estas tasas de éxito se han asociado históricamente con el reloj biológico de las mujeres y su limitada ventana reproductiva. Sin embargo, nuevos estudios sobre la relación entre la edad y la infertilidad masculina han descubierto que los hombres también tienen una limitación similar. Se ha descubierto que los hombres mayores de 40 años tienen una calidad de esperma deteriorada y una fertilidad reducida.
4) Se ha observado que incluso las parejas jóvenes de entre 25 y 35 años se enfrentan a la infertilidad y ahora optan por el tratamiento de FIV. ¿Cuáles son las razones de la infertilidad temprana?
Las parejas jóvenes de entre 20 y 30 años tienen cada vez más dificultades para concebir. Esto puede atribuirse a la aparición de enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y las enfermedades tiroideas. Otros factores desencadenantes del estilo de vida son el estrés laboral, los malos hábitos alimenticios, el aumento del consumo de alcohol y tabaco y la falta de ejercicio regular. Los cierres de puertas inducidos por la pandemia y los formatos de trabajo desde casa han supuesto largas horas de sedentarismo, que han alterado los patrones hormonales de los jóvenes. Las afecciones médicas como la endometriosis, la tuberculosis endometrial y el síndrome de ovario poliquístico (SOP) también son culpables.
Sin embargo, es imprescindible mencionar que existe una mayor concienciación sobre la infertilidad. El fácil acceso a la información sobre la FIV y la apertura para aceptar una solución médica a la infertilidad han contribuido de forma significativa a cambiar la mentalidad. Esto también es aplicable a las personas que nacen con enfermedades genéticas o limitaciones congénitas.
5) ¿Qué tipo de problemas de fertilidad son los más comunes entre las parejas jóvenes de hoy en día?
Ha habido un aumento de casos entre las parejas que experimentan infertilidad, en las que se ha diagnosticado a las mujeres el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y a los hombres azoospermia. También se ha observado que en muchos hombres jóvenes que experimentan infertilidad, la exposición de la zona pélvica al calor continuo (como los ordenadores portátiles o los motores) ha sido un factor que ha contribuido. Se sabe que los testículos necesitan estar unos grados más fríos que el resto del cuerpo. Esta exposición a fuentes de calor afecta a la producción de esperma.
Además, dado que el 6% de la población india adulta padece una o más enfermedades de transmisión sexual (ETS) que pueden afectar a los órganos y a la función reproductiva, es esencial que las personas con múltiples parejas sexuales se sometan a pruebas periódicas de ETS para poder tratarlas a tiempo. En las mujeres, otros problemas de fertilidad pueden ser la endometriosis, la enfermedad inflamatoria pélvica y los fibromas uterinos. En los hombres, otros problemas de fertilidad pueden ser la disfunción eréctil, la eyaculación retrógrada y el varicocele.
6. Teniendo en cuenta el estilo de vida cambiante de la generación joven de hoy en día, ¿qué sugerencias tiene para aquellos que quieren casarse tarde?
Hay que casarse o formar una familia sólo cuando uno se sienta preparado para ello. Para los jóvenes, sobre todo en los centros urbanos, es cada vez más frecuente que ambos cónyuges se independicen económicamente antes de comprometerse con una familia. Los que prevén tener una familia en el futuro pueden planificar su viaje de fertilidad con antelación.
Con la ayuda de las técnicas de criopreservación, pueden congelar sus óvulos y espermatozoides entre los 20 y los 30 años y utilizarlos hasta 10 años después, cuando estén preparados para casarse y/o formar una familia. Incluso para las parejas jóvenes, que están casadas pero quieren centrarse en sus carreras o explorar el mundo antes de traer una nueva vida, la congelación de embriones es una técnica que puede ayudarles a concebir más tarde. Esto garantiza que los óvulos, los espermatozoides y los embriones se recojan en un momento en que son genética y morfológicamente robustos.
Además, las personas jóvenes también deben cuidar su salud para evitar complicaciones. Lo más sencillo que se puede hacer es incorporar una dieta equilibrada, realizar actividad física, mantener un peso saludable, evitar el consumo de alcohol y tabaco, tomar medidas proactivas para combatir el estrés y la ansiedad y acudir a revisiones médicas periódicas.
7. ¿Existe una edad adecuada para la FIV?
Incluso con la tecnología, la edad sigue siendo un factor determinante de los resultados del embarazo. Las mujeres de 20 y 30 años que recurren a la FIV tienen más posibilidades de conseguir embarazos y nacimientos vivos. Sin embargo, a partir de los 30 años, las tasas de éxito empiezan a descender lentamente. Los óvulos envejecidos son incapaces de fecundar con un espermatozoide o presentan anomalías genéticas, lo que reduce las posibilidades de un bebé a término. A los 30 años, las mujeres tienen alrededor del 12% de los 300.000 óvulos con los que nacen. A los 40 años, sólo quedan 9.000 de ellos. Cuando la mujer llega a la edad de la menopausia (50-55), quedan muy pocos óvulos en el ovario y su viabilidad es cuestionable. Se recomienda a las pacientes que busquen óvulos de donantes más jóvenes una vez que hayan cumplido los 43 años.
Según la Ley de Regulación de la Tecnología de Reproducción Asistida de 2021, los hombres y las mujeres deben tener la edad legal del matrimonio y los 55 años, respectivamente, para solicitar el tratamiento. Esto es esencial, ya que concebir a una edad avanzada puede acarrear otras complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
Independientemente de buscar todo el proceso de FIV, tanto las parejas jóvenes como los hombres y mujeres solteros tienen la opción de congelar sus espermatozoides y óvulos, respectivamente. De este modo se garantiza la recogida de estos gametos en una fase temprana de sus vidas y se pueden utilizar cuando estén preparados para tener hijos en el futuro.
(¿Por qué este médico? El Dr. Kshitiz Murdia es especialista en infertilidad de Singapur. Tiene experiencia en la realización de más de 15.000 casos de FIV)