El Parlamento de Estonia votó el martes una resolución que califica a Rusia de «régimen terrorista» y «Estado patrocinador del terrorismo». La decisión se tomó tras la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania el 24 de febrero.
El Parlamento estonio condenó la anexión de territorio ucraniano por parte de Moscú y calificó a Rusia de «régimen terrorista», señala AFP.
La declaración fue adoptada por 88 miembros del Parlamento unicameral de Estonia, compuesto por 101 miembros. Diez diputados estaban ausentes en el momento de la votación y tres se abstuvieron, según Agerpres.
«En apoyo del llamamiento del Parlamento ucraniano a los países y organizaciones internacionales, el Riigikoku (n.r.: nombre del Parlamento estonio) declara que el régimen ruso es un régimen terrorista y que la Federación Rusa es un Estado que apoya el terrorismo y cuyas acciones deben ser juzgadas conjuntamente»anunció el Presidente del Parlamento estonio en un comunicado.
«Riigikogu pide a la comunidad internacional que adopte declaraciones similares»añadió el funcionario estonio, citado por la CNN.
Las amenazas nucleares de Vladimir Putin han convertido a Rusia en la mayor amenaza para la paz en Europa y en todo el mundo, dijeron funcionarios estonios.
«Riigikogu hace un llamamiento a la Unión Europea y a los Estados miembros de la OTAN para que aumenten con decisión el importe de la ayuda a Ucrania. Esto es necesario para hacer frente a la agresión de la Federación Rusa y para restaurar la soberanía de Ucrania dentro de su territorio y sus fronteras internacionalmente reconocidas.», dijo el Presidente del Parlamento estonio.
La decisión fue tomada tras repetidos llamamientos del presidente Zelenski
Este documento de posición responde a los reiterados llamamientos del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
El Parlamento de otro país báltico, Letonia, declaró a Rusia «Estado patrocinador del terrorismo» en agosto, acusando a Moscú de «genocidio selectivo contra el pueblo ucraniano».
Pero la administración del presidente estadounidense Joe Biden anunció el mes pasado que no utilizaría esos términos, alegando que «no son la forma más eficaz y sólida de avanzar».