Con ambas formas de entretenimiento interactivo experimentando sus puntos más altos hasta la fecha, los juegos de azar y el iGaming están aún lejos de una meseta visible. Como dos partes de un mercado digital, ambos ilustran diferencias fundamentales, pero también experimentan un cruce innegable. Sin embargo, sacar partido de este cruce puede resultar complicado, ya que las diferencias clave frenan lo que podría ser una combinación lucrativa. A la vista de las estadísticas y los retos, está claro que hay algo que hacer, pero ¿cómo podría conseguirse?
No siempre es un juego de jóvenes
Por mucho que se piense que el juego es el dominio principal de los hombres jóvenes, las estadísticas demuestran lo contrario. Un estudio reciente realizado por ExpressVPN entre miles de jugadores estadounidenses y británicos ha revelado que la edad media de los jugadores es increíblemente amplia, oscilando entre jugadores de finales de los 20 y principios de los 40 años. La diferencia entre hombres y mujeres ha sido igualmente inesperada: el 72% de los hombres se autodenominan jugadores, frente al 49% de las mujeres. En cuanto a los juegos, el más popular para ambos bandos fue la serie Call of Duty.
Pasando ahora al iGaming, un estudio de Time2Play descubrió que la mayoría de los jugadores tienen edades similares, entre finales de los 30 y principios de los 40 años. En cuanto a la inclusión, otro estudio reveló que alrededor del 33% de los hombres de Gran Bretaña habían jugado en línea en los últimos 12 meses, frente al 24% de las mujeres. En cuanto a los juegos, vuelve a haber mucha popularidad, y ambos sexos se decantan por la ruleta.
Encontrando puntos en común
A la vista de estas estadísticas, surge la inevitable pregunta de qué se puede hacer para satisfacer a hombres y mujeres de todas las edades que disfrutan tanto de los videojuegos como de los juegos de casino. Con tanto terreno compartido, tiene que haber una manera de aprovechar un lado a otro, y los casinos en línea han estado experimentando con la combinación durante años.
Los videojuegos, que gozan de un largo legado en el frente digital, además de contar con presupuestos mucho mayores que los juegos de casino individuales, sirven inevitablemente como puntos de partida mucho más sólidos. Por ejemplo, es frecuente ver traducciones de Tomb Raider y Resident Evil convertidas en juegos de tragaperras, gracias a que cuentan con largas historias y muchos títulos en los que inspirarse.
El movimiento inverso, de los juegos de casino a los videojuegos, es posible a mayor escala, pero es más difícil de aprovechar para propiedades individuales. Los videojuegos basados en títulos de casino tienden a ser genéricos, sin temas de marcas comerciales que los acompañen. Ni siquiera los grandes nombres, como Gonzo de Gonzo’s quest, han dado un paso de gigante, y es poco probable que esto cambie.
Teniendo en cuenta estos elementos, parece que la mejor combinación de casino y videojuegos sería adaptar los videojuegos más populares a los títulos de casino más populares o más adecuados. Como se analiza en Bloody-Disgusting, esto se ha intentado muchas veces en el pachinko, con ejemplos destacados de Silent Hill y Resident Evil. Sin embargo, la representación en Occidente suele ser escasa, sobre todo en lo que se refiere a los nombres grandes y obvios.
En última instancia, el juego más maduro para la exploración tendría que ser Call of Duty. Dado que el juego ya ha ofrecido niveles ambientados en casinos, encajaría mejor que la mayoría, aunque parece que un juego así tendría problemas para integrarse con la ruleta, el juego de casino más popular. Aunque un lanzamiento temático sería posible, la combinación más adecuada se encontraría probablemente en las tragaperras, con juegos de bonificación extraídos de la historia de la serie.
La gran conclusión es que, aunque hay mucho en común entre el juego y el iGaming, encontrar la forma de combinar ambas áreas es, como poco, complicado. Aunque no cabe duda de que los avances multimedia y las franquicias seguirán intentándolo, hasta ahora no ha habido ninguna killer app que mantenga contentas a ambas partes. En cuanto al futuro, el potencial inexplorado de la realidad virtual y la realidad aumentada podría ser la respuesta, pero solo el tiempo dirá si esto es cierto.