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Irreal el aspecto que acabó teniendo el joven de la foto tras inyectarse aceite en los bíceps

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Irreal el aspecto que acabó teniendo el joven de la foto tras inyectarse aceite en los bíceps

Kiril Tereshin, un ruso que se hizo famoso por sus brazos anormalmente grandes tras inyectarse aceite, afirma ser «culturista profesional» en las redes sociales, a pesar de no tener ninguna relación con este deporte.

El joven, que se inyectó aceite en los brazos en un intento de que sus músculos fueran lo más prominentes posible, se adjudicó a sí mismo el prestigioso título de Mr Olympia en un extraño vídeo publicado en las redes sociales.

Kirill Tereshin, apodado el «Popeye de Rusia» por el tamaño de sus bíceps, actualiza regularmente su cuenta de TikTok para mostrar a sus seguidores los «progresos» que está haciendo.

Fuente de la foto: Instagram

La gente que sigue TikTok está preocupada

Sus publicaciones han suscitado numerosos comentarios de seguidores preocupados, que han querido advertirle de los peligros para la salud a los que se arriesga inyectándose aceite.

«Estoy bastante seguro de que el aceite puede obstruir las arterias y provocar otros problemas», dice un usuario.

«¿Cómo se pone la camisa?» o «Creo que este tipo podría resolver la crisis mundial del petróleo con lo que tiene en los brazos», son otros de los comentarios de los usuarios.

Fuente de la foto: Instagram

Para demostrar que es un hombre fuerte, Kirill decidió participar en combates en el ring, pero inyectarse aceite no le sirvió de nada. Una vez en el ring, tuvo que retirarse rápidamente.

Después de que los médicos advirtieran a Kirill de que podría perder los brazos, se sometió a dos operaciones para extirparle los músculos necróticos de la zona del bíceps.

El aceite que se inyectó puede ser muy peligroso, ya que a menudo provoca deformidades musculares y fibrosis muscular. Desde entonces, Kirill se ha sometido a dos intervenciones quirúrgicas para eliminar el músculo y la piel muertos, después de que los médicos le advirtieran de que podía perder los brazos por la inyección.