El inversor de Shark Tank, Kevin O’Leary, ha revelado que su inversión en FTX International ha pasado a «cero» y que no quiere destinar más capital a las criptomonedas hasta que ocurra una cosa.
En una entrevista con la CNBC, O’Leary, antiguo portavoz a sueldo de FTX, dice que los inversores institucionales como él no se comprometerán con las inversiones en criptomonedas hasta que se establezcan regulaciones para evitar el próximo colapso de FTX.
«Sí, soy accionista de [FTX] Internacional. Eso es un cero. No es la primera vez que hago una mala inversión, ni probablemente la última. Pero por suerte hago más cosas buenas que malas y aprendo de mis errores. Lo que va a ocurrir ahora es que no habrá otra situación como ésta para los inversores institucionales. No vamos a poner el capital a trabajar hasta que este tipo de cosas estén reguladas. Lo que ocurre -y yo sólo soy una voz entre muchas- es que voy a volar a Washington y quiero que se regule. Lo quiero ahora. No más retrasos. Creo que ejerce una enorme presión sobre la SEC (Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos).
El capitalista de riesgo dice que no volverá a tocar las criptomonedas hasta que las autoridades estadounidenses aprueben la Ley de Transparencia de las Stablecoin, que, según él, es un primer paso fundamental hacia la claridad regulatoria en el espacio.
La Ley de Transparencia de las Stablecoin fue propuesta por el senador Bill Hagerty y tiene como objetivo promulgar ciertos requisitos de información para los emisores de stablecoin.
«Me gustaría empezar con una cosa. No creo que podamos resolver todos los criptoactivos. Quiero hacer una cosa, y esa cosa es aprobar la Ley de Transparencia de Stablecoin. Una cosa. Porque nos permite utilizar el dólar estadounidense como sistema de pago. Lo utilizaría en todos mis negocios a diario.
Es muy superior a la red ACH (Automated Clearing House), muy superior a SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), mucho más rápida, más transparente, 100% auditable. Lo único que necesito es una normativa que exija una auditoría cada 30 días y que garantice que la auditoría esté respaldada por letras del tesoro con un vencimiento inferior a 12 meses. Eso es una cosa, muy simple.
Sería una señal para todo el mundo de que los reguladores de Estados Unidos se están poniendo al tanto de las criptomonedas, empezando a establecer normas y salvaguardias. Nadie va a seguir jugando en este espacio a nivel institucional con capital serio hasta que lo hagamos».