La ciudad alemana de Bremen planea cerrar todas sus casas de apuestas después de que el senador del interior dijera que sus propietarios no le habían convencido de que no eran frentes para el blanqueo de dinero.
Bremen, la ciudad-estado más pequeña de Alemania, anunció el miércoles que había emitido notificaciones de rechazo a 32 establecimientos que habían solicitado licencias de apuestas en virtud de una nueva ley sobre el juego, lo que significa que cualquier apuesta realizada en sus locales se considerará ilegal con efecto inmediato.
Las casas de apuestas tienen hasta el 5 de agosto para impugnar legalmente la decisión o presentar al Senado documentos que demuestren cómo obtuvieron el capital inicial para abrir sus negocios, como un acuerdo de préstamo con un banco.
Las autoridades de Bremen dicen que están abordando un problema que no es exclusivo de su ciudad, sino que está extendido por toda Alemania. Un informe de 2019 elaborado por el Ministerio de Hacienda y la Policía Federal señala que los delincuentes no solo utilizan las prácticas legales de juego para blanquear dinero negro, sino que a menudo invierten directamente el dinero en la compra de locales de apuestas.
En algunos de estos casos, toda la actividad de juego que tenía lugar en el local era simplemente «simulada» y los beneficios que aparecían en los libros procedían de actividades ilegales como el tráfico de drogas, según el informe.
A diferencia de lo que ocurre en Gran Bretaña, donde la mayoría de los establecimientos de apuestas de la calle son gestionados por grandes empresas de juego como William Hill o Ladbrokes, en Alemania las tiendas de apuestas son gestionadas en su mayoría por empresas más pequeñas que compran una licencia de franquicia a empresas más grandes.
«En el fondo, se trata de comprobar la fiabilidad de estos operadores. También queremos garantizar que no se blanquee aquí dinero procedente de negocios dudosos, como el tráfico de drogas o de personas, y que por tanto fluya hacia los ciclos monetarios legales», dijo Ulrich Mäurer, senador de Bremen para asuntos de interior.
En los últimos meses, las autoridades de Bremen se pusieron en contacto con cuatro grandes empresas de apuestas que operan en la ciudad, pidiéndoles que presentaran pruebas escritas de cómo sus franquiciados habían adquirido su capital inicial, normalmente una suma de hasta 120.000 euros.
Desde entonces, ninguna de las casas de apuestas ha presentado documentos que cumplan los requisitos de las autoridades, según un portavoz del Senado de Bremen. En uno de los casos, se rechazó una solicitud de licencia de juego porque la casa de apuestas estaba situada demasiado cerca de una escuela, y no por la falta de documentación.
«Otros estados de Alemania están mirando con mucho interés lo que estamos consiguiendo al dar este paso. Si tenemos éxito, espero que muchos de ellos sigan su ejemplo», dijo una portavoz, Rose Gerdts-Schiffler.
Los cierres fueron criticados por la Asociación Alemana de Apuestas Deportivas, cuyo presidente, Mathias Dahms, dijo que las acciones de la ciudad eran «arbitrarias, legalmente cuestionables y completamente desproporcionadas, motivadas puramente por objetivos políticos».