Un documentado subtitulado Radioscopia de un rumor, dirigido por Jean Bulot y el escritor Christophe Boltanski, sigue la psicosis que se apoderó de algunas ciudades de Île-de-France en 2019 cuando los residentes afirmaron haber visto a gitanos de Rumanía «robando niños para tomar sus órganos.» En vídeos publicados en Snapchat, unos jóvenes se grabaron insultando y golpeando a miembros de la comunidad gitana en Rumanía.
Todo estaba mal, pero el pánico en torno a la historia de la «furgoneta blanca» se mezcló con un racismo desenfrenado y 37 agresiones físicas, sin contar los insultos diarios, informa stiridiaspora.ro.
«Hay muchas explicaciones», detalla Jean Bulot, según la fuente citada, «lo que explica que sea difícil rastrear el origen del rumor». El deseo de defender a su grupo – «oímos voces en las redes sociales que nos instan a proteger a nuestros hijos»- se mezcla desgraciadamente con «el placer de poder verter su violencia con la sensación de que es legítima». También hay «saqueos» que también son «fáciles» porque «rara vez van a la policía».
La policía tuvo que pronunciarse oficialmente para detener esta violencia colectiva. Los artículos de prensa no fueron suficientes. «Esta historia también señala el alejamiento de ciertas poblaciones de los medios de comunicación tradicionales, incluso su desconfianza hacia ellos», dice Jean Bulot. «Las redes de Snapchat y WhatsApp sirvieron como fuente de información. Hemos oído a pequeños influencers jurar por lo que más quieren que han sido testigos de secuestros, antes de animarles a castigar a los gitanos», explica la fuente.
Una posible nueva «chispa»
Este documental presenta alternativamente testimonios y fotografías que muestran suburbios silenciosos. La calma después de la tormenta. «Nos preguntamos cómo mostrar algo que no se ve: los rumores», explica Jean Bulot.
Este rumor, que fue una chispa para el odio, lamentablemente no ha desaparecido. El mes pasado, una joven francesa publicó un vídeo en el que aseguraba haberse librado de ser secuestrada por «un rumano». Su testimonio sin pies ni cabeza se ha hecho viral e incluye los mismos ingredientes que en 2019: hechos no verificables, uso de las redes sociales, racismo latente.