
Importante descubrimiento de los científicos de la NASA. Un objeto procedente del espacio sacudió violentamente la superficie del planeta. Inicialmente, pensaron que la nave InSight había registrado un gran terremoto, pero con la ayuda de otra misión de la NASA, descubrieron lo que realmente sacudió el planeta rojo.
La víspera de Navidad del año pasado se registró el primer terremoto en Marte. El sismómetro altamente sensible del módulo de aterrizaje InSight de la NASA registró las vibraciones sísmicas y luego envió los datos a la Tierra.
Los científicos de InSight estaban de vacaciones para celebrar las vacaciones de invierno. Pero cuando estudiaron el terremoto en detalle a principios de enero, parecía diferente de los más de 1.000 terremotos que la nave había registrado durante su misión en el Planeta Rojo.
«Fue claramente un evento sísmico y fue un gran terremoto», dijo Mark Panning, científico de la misión InSight. «Y eso nos entusiasmó enseguida».
En un artículo científico publicado el jueves, los científicos han revelado que el evento sísmico no fue generado por la fricción de las rocas del planeta rojo. En su lugar, eran ondas de choque que emanaban de una roca espacial que chocó contra Marte. El descubrimiento ayudará a los científicos a entender mejor lo que hay en el interior del planeta y sienta un precedente de que, al igual que la Tierra, Marte también es golpeado por meteoritos, señala el New York Times.
El terremoto de diciembre es uno de los más fuertes jamás registrados en Marte, de 4 grados en la escala de Richter. Pero no se produjo en la región tectónicamente activa donde se han observado la mayoría de los terremotos de mayor magnitud.

Terremoto de 4 grados en la escala de Richter
Fue la primera vez que se detectaron las ondas superficiales, es decir, las vibraciones que recorren la corteza exterior de las rocas de la superficie de Marte. Para el resto de terremotos, el sismómetro de InSight sólo observó lo que se conoce como ondas corporales, vibraciones que viajan por el interior del planeta.
El hecho de que el epicentro no estuviera cerca -más de 3.000 kilómetros de InSight- aumentó el misterio. Eso sugería un terremoto que no sólo era grande, sino superficial.
«Fue difícil determinar por qué teníamos ondas superficiales», dijo Philippe Lognonné, profesor de la Universidad de París.
Dos meses más tarde, los científicos de otra nave de la NASA -la Mars Reconnaissance Orbiter- descubrieron que este evento sísmico no era un terremoto después de todo.
Fue, en cambio, el golpe de una roca espacial que chocó contra Marte.