Tenemos vacunas para reforzar nuestra respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID. Tenemos medicamentos que se pueden tomar en casa (y en el hospital) para tratar el COVID. Ahora los investigadores están probando algo nuevo.
Quieren desarrollar fármacos que impidan que el virus entre en el cuerpo en primer lugar. Esto incluye aerosoles nasales que impiden que el virus se adhiera a las células de la nariz.
Otros investigadores están estudiando la posibilidad de que los aerosoles nasales impidan que el virus se replique en la nariz, o que hagan de la nariz un lugar hostil para entrar en el cuerpo.
He aquí en qué punto se encuentra la ciencia y qué podemos esperar a continuación.
¿Cómo podemos bloquear el virus?
El «bloqueo viral», como su nombre indica, es una premisa sencilla basada en el bloqueo del SARS-CoV-2. En otras palabras, si algo se interpone en su camino, el virus no puede adherirse a una célula y no puede infectar.
Como el SARS-CoV-2 es un virus respiratorio, tiene sentido administrar este tipo de medicamento en el lugar en el que el virus entra principalmente en el cuerpo: a través de la nariz, en un spray nasal.
Hay varios grupos en todo el mundo trabajando en este concepto. Algunas investigaciones se siguen llevando a cabo en el laboratorio. Algunos agentes han avanzado hasta los ensayos preliminares en humanos. Todavía no hay ninguno disponible para su uso generalizado.
Heparina
La heparina es un medicamento común que se ha utilizado durante décadas para diluir la sangre. Los estudios realizados en ratones demuestran que cuando la heparina se administra por vía nasal, es segura y eficaz para evitar que el virus se adhiera a las células de la nariz. Los investigadores creen que la heparina se une al propio virus e impide que se adhiera a las células que intenta infectar.
En Victoria se está realizando un ensayo clínico en colaboración con varios centros de investigación de Melbourne y la Universidad de Oxford.
Covixyl-V
Covixyl-V (clorhidrato de etil lauroil arginina) es otro spray nasal en desarrollo. Su objetivo es prevenir el COVID mediante el bloqueo o la modificación de la superficie celular para impedir que el virus infecte.
Este compuesto ha sido explorado para su uso en varias infecciones virales, y los primeros estudios en células y pequeños animales han demostrado que puede prevenir la adhesión del SARS-CoV-2 y reducir la carga viral global.
Iota-carragenina
Esta molécula, que se extrae de las algas, actúa bloqueando la entrada del virus en las células de las vías respiratorias.
Un estudio realizado en unos 400 trabajadores sanitarios sugiere que un spray nasal puede reducir la incidencia del COVID hasta en un 80%.
IGM-6268
Se trata de un anticuerpo diseñado que se une al SARS-CoV-2, impidiendo que el virus se adhiera a las células de la nariz.
Un spray nasal y otro oral (por la boca) se encuentran en un ensayo clínico para evaluar la seguridad.
Plasma atmosférico frío
Se trata de un gas que contiene partículas cargadas. A temperaturas frías, puede alterar la superficie de una célula.
Un estudio de laboratorio muestra que el gas cambia la expresión de los receptores de la piel que normalmente permitirían la adhesión del virus. El resultado es una menor adhesión e infección del SARS-CoV-2. Los científicos creen ahora que esta tecnología podría adaptarse a un spray nasal para prevenir la infección por el SARS-CoV-2.
¿Cómo se podría impedir la replicación del virus?
Otra táctica es desarrollar aerosoles nasales que impiden la replicación del virus en la nariz. Los investigadores están diseñando fragmentos genéticos que se unen al ARN viral. Estos fragmentos -conocidos como «oligonucleótidos antisentido de ácido nucleico bloqueado» (o LNA ASO, por sus siglas en inglés)- ponen una llave proverbial en el camino e impiden que el virus se replique.
Una pulverización de estos fragmentos genéticos administrada en la nariz redujo la replicación del virus en la nariz y evitó la enfermedad en pequeños animales.
¿Cómo podríamos cambiar la nariz?
Una tercera estrategia es cambiar el entorno de la nariz para que sea menos hospitalario para el virus.
Esto podría ser mediante el uso de un aerosol nasal para cambiar los niveles de humedad (con solución salina), alterar el pH (haciendo que la nariz sea más ácida o alcalina), o añadir un agente que mate el virus (yodo). El suero salino puede reducir la cantidad de SARS-CoV-2 en la nariz simplemente lavando el virus. Un estudio ha descubierto incluso que la irrigación nasal con solución salina puede disminuir la gravedad de la enfermedad por COVID. Pero habría que seguir investigando sobre los aerosoles salinos.
Un estudio liderado por Australia ha descubierto que un spray nasal a base de yodo reduce la carga viral en la nariz. Está previsto realizar más ensayos clínicos.
En un estudio se utilizó un spray de prueba que contenía ingredientes como aceites de eucalipto y clavo, cloruro de potasio y glicerol. El objetivo era matar el virus y cambiar la acidez de la nariz para evitar que el virus se adhiriera.
Esta novedosa formulación ha sido probada en el laboratorio y en un ensayo clínico demostrando que es segura y que reduce la tasa de infección de alrededor del 34% al 13% en comparación con los controles de placebo.
Barreras por delante
A pesar de los prometedores datos obtenidos hasta ahora sobre los aerosoles nasales para la COVID, uno de los principales obstáculos es mantener los aerosoles en la nariz. Para superarlo, la mayoría de los aerosoles necesitan múltiples aplicaciones al día, a veces cada pocas horas.
Por lo tanto, según lo que sabemos hasta ahora, los aerosoles nasales no vencerán por sí solos al COVID. Pero si se demuestra que son seguros y eficaces en los ensayos clínicos, y reciben la aprobación reglamentaria, podrían ser otra herramienta para ayudar a prevenirlo.
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