¿Qué pasaría si los médicos pudieran ensayar la cirugía exacta para un tumor cerebral profundo o diagnosticar mejor las enfermedades mentales detectando anomalías en la red cerebral? La tecnología puede ayudar a los neurólogos a personalizar el mapeo cerebral, haciendo que las cirugías sean más seguras y precisas, y evitando que se dañen zonas importantes del cerebro.
El Hospital IBS ha lanzado un dispositivo de mapeo cerebral, Quicktome, que es el primero de su clase y que combina décadas de investigación con tecnología punta. Se trata de uno de esos avances en la obtención de imágenes preoperatorias en el campo de la ciencia médica que puede ofrecer algoritmos de vanguardia y computación en la nube. Esta nueva tecnología tiene el potencial de transformar la neurocirugía de precisión en algo práctico.
«Aunque algunas de las redes cerebrales explican por sí solas su función homónima por completo, la mayoría de las funciones complejas son el resultado de las interacciones entre redes. Un análisis más profundo delinea subredes específicas responsables de tareas concretas, que comprenden subcomponentes de, a menudo, múltiples redes principales. Las redes cerebrales son responsables de todo, desde el lenguaje hasta el movimiento y el pensamiento, y los mapas informan la toma de decisiones quirúrgicas con el objetivo de proteger y preservar la función cerebral. Esta tecnología innovadora está allanando el camino no sólo para tratar potencialmente una plétora de dolencias relacionadas con el funcionamiento del cerebro, antes y después de la operación, sino también para recuperar su funcionamiento normal», dice el Dr. Sachin Kandhari, neurocirujano y MD de IBS Hospitals.
Quicktome utiliza sofisticados algoritmos para analizar millones de puntos de datos y construir un mapa cerebral -personalizado para cada paciente- a partir de una resonancia magnética estándar y no invasiva. Los mapas, que los médicos pueden ver en sus ordenadores, ofrecen un nivel de detalle anatómico que no suele estar disponible en un entorno clínico, lo que permite a los cirujanos incorporar datos avanzados de la red cerebral a la planificación neuroquirúrgica.
«Tales datos y la capacidad, con la tecnología moderna, de modelar digitalmente la red cerebral de un paciente ya está allanando el camino para increíbles avances en la atención neurológica y neuropsiquiátrica, y liderando una carga para el tratamiento cerebral personalizado. Además, los mapas de la red cerebral ofrecen amplias oportunidades de avance en la neurocirugía. Los neurocirujanos pueden ahora operar a un paciente con mayor certeza sobre las áreas del cerebro utilizadas para la función de red dominante. De este modo, se pueden tomar medidas para preservar estas importantes áreas funcionales y sus conexiones», añade.
Por ejemplo, una enfermedad mental no tiene por qué ser una dolencia nebulosa que deba diagnosticarse mediante la historia y la entrevista del paciente, sino que estos biomarcadores de redes cerebrales pueden poner de manifiesto con precisión las regiones con anomalías y proporcionar al instante datos cuantitativos que ayuden a tomar decisiones sobre el curso posterior del tratamiento.
Los médicos pueden ver el mapa cerebral en sus pantallas, lo que les ayuda a proporcionar el mejor tratamiento para el paciente. Este avance tecnológico no sólo ayudará a los médicos a ofrecer un mejor tratamiento, sino que también reducirá los riesgos en estos casos y dará lugar a tratamientos más seguros para todo tipo de dolencias cerebrales. Quicktome ayuda a los cirujanos a evitar bajas por estas dolencias cerebrales y a proporcionar un mejor tratamiento.