Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, declaró el sábado que el yacimiento de gas del Mar Negro está en vías de entrar en funcionamiento el año que viene, tal y como había prometido. El funcionario añadió que los trabajos se han acelerado con el objetivo de conectarlo a la infraestructura nacional.
En cambio, Erdogan no mencionó a Rusia en su discurso. Y ello a pesar de que en las últimas semanas el presidente ruso, Vladimir Putin, ha repetido que podría crearse un centro de distribución de gas en Turquía en breve, y ha pronosticado que en ese mercado surgirían muchos clientes europeos.
Finalizada la perforación de nueve de los diez pozos de la primera fase del campo de gas de Sakarya
En la inauguración de un gasoducto en la provincia septentrional de Kastamonu, el Presidente turco declaró que se ha completado la perforación de nueve de los diez pozos de la primera fase del yacimiento de gas de Sakarya en el fondo del mar.
«Esperamos empezar a utilizar este gas el año que viene», dijo Erdogan, según Reuters, citado por news.ro.
Además, Turquía descubrió gas natural frente a su costa septentrional en 2020 y, desde entonces, ha estimado los volúmenes en 540.000 millones de metros cúbicos (bcm). Al mismo tiempo, se ha construido en Sakarya «una base energética» que se convertirá en un mercado de referencia para el gas natural, incluyendo las entregas domésticas, dijo Erdogan.
«Nos estamos preparando para construir un mercado de gas natural avanzado en el que varios productos, varios contratos se unen para formar precios de referencia», dijo el presidente turco.
El «nodo del gas» en Turquía
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el miércoles que ha acordado con su homólogo ruso, Vladímir Putin, la creación de un «nodo de gas» en Turquía, según informa The Moscow Times, citando a la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Así, durante un discurso ante el Parlamento turco, Erdogan citó a Putin diciendo que Europa podría abastecerse de gas desde el centro turco.
El anuncio se produce en un momento en que el suministro de Rusia a Europa se ha visto interrumpido por las sanciones relacionadas con Ucrania y las fugas del gasoducto Nord Stream, que discurre bajo el mar Báltico.
Los precios del gas han subido mucho desde que Rusia comenzó su invasión de Ucrania, y la Unión Europea (UE) se ha esforzado por encontrar fuentes alternativas de energía después de que Rusia decidiera cortar sus suministros a Europa en respuesta a las sanciones occidentales.
Sin embargo, recientemente la gasolina ha empezado a abaratarse, llegando a costar la mitad que en junio. Es más, en algunos puertos, los barcos hacen cola para descargar.
Los expertos han explicado que las temperaturas bastante elevadas, pero también el aumento de la oferta, sobre todo de gas natural licuado, son los principales factores del abaratamiento. En el centro de gas TTF de Ámsterdam, donde se fijan los precios de referencia para Europa, las cotizaciones bajaron el martes al mediodía hasta los 116,5 euros por megavatio-hora, el nivel más bajo desde mediados de junio.
En cuanto a Turquía, que es miembro de la OTAN, el país mantiene estrechas relaciones tanto con Ucrania como con Rusia y ha tratado de equilibrar las relaciones durante el conflicto ucraniano, rechazando las sanciones occidentales contra Moscú y criticando al mismo tiempo a Rusia por lo que el Kremlin llama una «operación militar especial» en Ucrania. Turquía también ha entregado drones armados a Kiev.
Las relaciones de Ankara con Rusia son complejas, ya que ambos países cooperan estrechamente en el suministro de energía, pero están en desacuerdo en cuestiones delicadas como los conflictos en Siria, Libia y Azerbaiyán, señala Digi 24.
Turquía medió en julio el acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para desbloquear las exportaciones de grano ucraniano desde sus puertos del Mar Negro, en lo que sigue siendo el único avance diplomático significativo en el conflicto de más de siete meses que Putin inició el 24 de febrero.