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Nueva Gales del Sur lucha contra el blanqueo de dinero con sus primeras máquinas de póquer sin efectivo

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Nueva Gales del Sur lucha contra el blanqueo de dinero con sus primeras máquinas de póquer sin efectivo

El club de Newcastle del Grupo Wests probará la más reciente iniciativa para introducir máquinas de juego sin dinero en efectivo en la provincia australiana de Nueva Gales del Sur (NSW). El programa comenzará el próximo mes y abarcará a varios cientos de jugadores. Introducirá un monedero digital especializado que ayudará a la protección de los jugadores y evitará el blanqueo de dinero.

La idea de las máquinas de juego sin dinero en efectivo se lleva estudiando desde hace más de un año y por fin entra en su fase de prueba. La nueva tecnología se implantará en 38 máquinas de juego de la empresa tecnológica y editora de juegos para móviles Aristocrat Leisure. Afectará a unos 300 clientes. Según el Ministro de Hostelería y Carreras de Nueva Gales del Sur, Kevin Anderson, los fabricantes de máquinas tragaperras Utopia Gaming e IGT también habían manifestado su interés, y actualmente se están estudiando otros dos solicitantes.

Los ensayos explorarán diferentes tecnologías y soluciones con el objetivo común de abordar la minimización de daños y la lucha contra el blanqueo de dinero.

Kevin Anderson, Ministro de Hostelería y Carreras de Nueva Gales del Sur

El nuevo sistema fomentará el juego responsable

La nueva tecnología sin dinero en efectivo tendrá una duración de 12 semanas de prueba. Los clientes del Wests Newcastle tendrán que vincular sus teléfonos a la máquina mediante Bluetooth y transferir directamente los fondos. Pagar a través de un monedero digital también permitirá mejorar las medidas de juego responsable. La tecnología obligará a los jugadores a salir de la zona de juego para recargar sus cuentas, lo que reducirá las apuestas espontáneas. Otras posibles medidas son límites de dinero y tiempo más estrictos. Según Anderson, las aplicaciones de pago pasarían un estricto escrutinio y se modificarían lo necesario para adaptarse a este nuevo uso.

Stu Cameron, director general de la organización de asistencia social Wesley Mission, exclamó que el cambio hacia las máquinas de póquer sin dinero en efectivo ayudaría a reducir la ludopatía y dificultaría gravemente los intentos de blanqueo de dinero. Expresó el apoyo de la organización a todas las medidas de mitigación de los daños del juego. Cameron señaló que el juego sin dinero en efectivo podría ser una poderosa herramienta si se regula adecuadamente.

La eliminación del blanqueo de dinero es una preocupación fundamental

El principal objetivo de los pagos sin efectivo es la eliminación del blanqueo de dinero. Las recientes investigaciones de la Comisión de Delitos de Nueva Gales del Sur revelaron que los establecimientos de juego se utilizaban habitualmente para blanquear dinero procedente de actividades delictivas. Las lagunas legales, la falta de transparencia de los billetes y los límites de crédito desmesurados hacían que el proceso fuera rápido y fácil.

El documento recientemente publicado por la comisión demostró que un individuo podía depositar 5.000 dólares obtenidos por medios ilegales, apostar 5 dólares y salir con 4.995 dólares limpios. El boleto sólo mostraría los créditos acumulados y ocultaría por completo la cantidad inicial. El procedimiento se repetiría en otros establecimientos, lo que permitiría a los delincuentes blanquear sumas importantes.

Justin Field, diputado independiente de Nueva Gales del Sur, comparó las máquinas de póquer con «cajeros automáticos para el blanqueo de dinero». Señaló que una solución rápida sería reducir los límites de carga y fomentar los pagos sin efectivo.

Es inexplicable que las máquinas de póquer de Nueva Gales del Sur puedan cargarse legalmente con hasta 10.000 dólares en efectivo.

Justin Field, diputado de Nueva Gales del Sur

Los defensores de la lucha contra el juego han acogido con satisfacción la introducción del juego sin dinero en efectivo, pero han advertido de que tendría que abarcar la mayoría de las 95.000 máquinas tragaperras electrónicas del estado para que la medida tenga algún efecto notable en la delincuencia organizada y la prevención de daños.