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La Oficina de Inmigración de Filipinas está cumpliendo su promesa de repatriar a los trabajadores que trabajaban en los Operadores de Juego en el Extranjero de Filipinas (POGO) sin el visado y los permisos necesarios para trabajar. La PBI se ha comprometido a enviar a casa a unos 40.000 trabajadores (las cifras anteriores los situaban más cerca de los 48.000), y el miércoles se procesaron los seis primeros. La Agencia de Noticias de Filipinas informó de que los seis trabajadores eran de nacionalidad china.
Los trabajadores de POGO son enviados a casa mientras comienzan las deportaciones
China ha desempeñado un papel importante en esto. El país lleva mucho tiempo trabajando para convencer diplomáticamente al gobierno filipino de que se tome más en serio a los POGO. China ha calificado a los POGO de operadores ilegales, pero el gobierno filipino ha dicho que cualquier operador con licencia es un POGO y que los que no tienen un permiso adecuado no pueden ser calificados de POGO en absoluto. Hubo incluso un breve rumor de que China había incluido a PAGCOR en su lista negra de destinos turísticos no elegibles. Sin embargo, el rumor fue desmentido por funcionarios chinos.
Sin embargo, Filipinas ha querido asegurarse de que su reputación permanezca intacta, fijándose en la vecina Camboya, que está intentando activamente atajar los problemas de juego que han perjudicado su prestigio internacional, así como sus perspectivas comerciales y su industria turística. Los trabajadores que Filipinas está enviando actualmente a casa solían trabajar en 175 POGOs cuyas licencias han sido canceladas debido al incumplimiento de las normas emitidas por el gobierno.
El PBI espera enviar a casa hasta 3.000 trabajadores para finales de octubre. «Hemos dado prioridad a la cancelación de aquellos que tienen visados válidos y vigentes, y que todavía están en el país», informó el PBI. Tras la amplia medida reguladora contra las POGO, el número de éstas se ha reducido a 34 operadores autorizados.
Filipinas está comprometida con la limpieza de las empresas no reguladas, ya que PAGCOR es un regulador y operador estatal, que se beneficia enormemente de mantener el sector limpio de corrupción. Un acercamiento a los vecinos de la región es también una buena manera de estimular la industria turística filipina.