Pennsylvanians Against Gaming Expansion ha vuelto a instar a los legisladores del Estado de Keystone a que adopten una postura más dura respecto a los «juegos de habilidad», que han estado perjudicando al presupuesto estatal. Según la organización, citando datos de la Lotería de Pensilvania, este tipo de juegos ha costado a la Lotería de Pensilvania la venta de raspaditas por valor de 650 millones de dólares.
Se necesitan más medidas, insta PAGE
La policía del estado de Pensilvania, el fiscal general y el organismo regulador del juego del estado sostienen que estos juegos de habilidad son ilegales, pero siguen existiendo en Pensilvania. En un comunicado de prensa, la organización dijo que el juego no regulado estaba perjudicando los ingresos fiscales del estado y los productos de juego con licencia. En una declaración de la organización se podía leer:
En el siguiente informe, mostramos análisis detallados que estiman que se han perdido más de 650 millones de dólares en ventas de rasca y gana de la Lotería de Pensilvania a causa de las máquinas de Juegos de Habilidad no reguladas en toda la Commonwealth.
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Sobre una base histórica, Pennsylvanians Against Gambling Expansion afirma que los 14.900 millones de dólares realizados en el Estado de Keystone en ventas de tarjetas de rascar entre octubre de 2017 y marzo de 2022 podrían haber sido mucho más altos: un 4,4% más, de hecho, añade el comunicado. Esto podría haberse traducido en 200 millones de dólares más para los habitantes de Pensilvania y las empresas locales, continuó la organización.
Las máquinas de habilidad han proliferado desde 2017, según el comunicado de la organización. Se ha multiplicado por 17 el número de las llamadas «máquinas de habilidad», señaló PAGE. El portavoz de la organización, Pete Shelly:
Este análisis debería servir de luz roja intermitente para los legisladores. Ha llegado el momento, de una vez por todas, de endurecer la ley estatal y cerrar estas máquinas.
El portavoz de la organización, Pete Shelly
Los propietarios se oponen a las prohibiciones
Shelly dijo que los legisladores deben unirse y crear un marco normativo que dé a las autoridades competentes poderes ilimitados para actuar contra los infractores. Argumentó que las máquinas no generan ni un solo centavo en impuestos sobre el juego, y añadió que también están asociadas a una mayor incidencia de la delincuencia en las zonas donde se encuentran.
Y lo que es peor, detraen ingresos de numerosos programas estatales, como los destinados a las personas mayores, concluyó Shelly. Sin embargo, el problema de los juegos de habilidad en Pensilvania continúa. Los propietarios de este tipo de máquinas argumentan que son la única razón por la que pueden permitirse seguir en el negocio. Estas máquinas suelen estar instaladas en tiendas de conveniencia, bares o VFW.