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¿Por qué hay que vigilar los triglicéridos? ¿Cuáles son los niveles seguros?

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¿Por qué hay que vigilar los triglicéridos? ¿Cuáles son los niveles seguros?

La mayor parte de la conversación sobre la prevención de riesgos para la salud del corazón se centra en el término general de colesterol. Pero tenemos que hablar de los triglicéridos, que son un tipo de grasa o lípido presente en los alimentos, especialmente en la mantequilla, los aceites y otras grasas que consume el cuerpo humano. Aunque consumimos estas calorías, puede que el cuerpo no las necesite necesariamente, por lo que las convierte en triglicéridos y las almacena en las células grasas. Cuando el cuerpo humano necesita energía, se liberan para proporcionar energía entre comidas. Pero si usted consume sistemáticamente más calorías de las que su cuerpo puede quemar, puede tener altos niveles de triglicéridos, lo que médicamente se conoce como hipertrigliceridemia.

Si sus triglicéridos superan los 200 mg/dL, tiene un 25% más de probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular que una persona con un nivel normal. Las investigaciones afirman que cuantos más triglicéridos tenga un paciente en la sangre, más probabilidades tendrá de desarrollar aterosclerosis o depósito de grasa en las paredes del corazón. La aterosclerosis puede provocar enfermedad de la arteria carótida, enfermedad de la arteria coronaria y enfermedad de la arteria periférica. Con el tiempo y sin tratamiento, estas afecciones pueden provocar un infarto de miocardio o un ictus. Los triglicéridos altos no son una cardiopatía, sino un factor de riesgo de cardiopatía. El colesterol alto es otro factor de riesgo relacionado con los lípidos (grasas) de la sangre. Algunas personas tienen tanto los triglicéridos como el colesterol altos, y esta combinación las expone a un riesgo aún mayor. Los triglicéridos y el colesterol elevados pueden provocar dislipidemia, es decir, niveles poco saludables de uno o varios tipos de lípidos (grasas) en la sangre. Los triglicéridos extremadamente altos también pueden causar una inflamación aguda del páncreas (pancreatitis). También son un signo de diabetes de tipo 2 o prediabetes, síndrome metabólico, enfermedad renal crónica e hipotiroidismo.

¿QUÉ NIVELES DE TRIGLICÉRIDOS SON SEGUROS?

Cuidado con las siguientes cifras:

– Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dL) o menos de 1,7 milimoles por litro (mmol/L).

– Limítrofe alto – 150 a 199 mg/dL (1,8 a 2,2 mmol/L)

– Alta – 200 a 499 mg/dL (2,3 a 5,6 mmol/L)

– Muy alta – 500 mg/dL o más (5,7 mmol/L o más)

Una palabra de precaución aquí, no espere a que los triglicéridos lleguen al techo antes de abordar la necesidad de reducirlos. Deténgalos cuando estén incluso ligeramente por encima de los niveles normales, especialmente si padece una enfermedad cardiaca o tiene otros factores de riesgo como diabetes, hipertensión o es fumador.

¿CÓMO DETECTAR LA DISLIPIDEMIA?

Si un paciente tiene dislipidemia, suele significar que los niveles de LDL (colesterol malo) o de triglicéridos son elevados. También puede significar que los niveles de HDL (colesterol bueno) son bajos y no son suficientes para neutralizar el LDL. Los triglicéridos están correlacionados con el HDL, si son altos, el HDL baja y viceversa.

La dislipidemia se divide en primaria y secundaria. La dislipidemia primaria es hereditaria. La dislipidemia secundaria es una afección adquirida. Esto significa que se desarrolla por otras causas, como la obesidad o la diabetes.

La mayoría de las personas no saben que tienen dislipidemia a menos que sea grave. Durante un análisis de sangre rutinario, la dislipidemia suele ser diagnosticada por un médico. Las personas con niveles extremadamente altos de colesterol y triglicéridos pueden desarrollar xantomas (placas cerosas y grasas en la piel) o arcos corneales (anillos de colesterol alrededor del iris del ojo). La obesidad se ha relacionado con el colesterol alto, y esto puede hacer que el médico evalúe su nivel de colesterol.

La dislipidemia no causa síntomas en la mayoría de las personas, pero puede provocar enfermedades vasculares sintomáticas, como la enfermedad arterial coronaria (EAC), el ictus y la enfermedad arterial periférica. Si la dislipidemia no se controla, puede ser mortal. Varios comportamientos pueden contribuir a la dislipidemia, como el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y el sedentarismo. La edad es otro factor de riesgo del colesterol alto. Hasta la menopausia, las mujeres tienen niveles de LDL más bajos que los hombres. Es entonces cuando los niveles de LDL de las mujeres empiezan a aumentar.

¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO?

Los diversos factores que aumentan la probabilidad de desarrollar dislipidemia y niveles elevados de triglicéridos pueden incluir la obesidad, la falta de ejercicio regular, el consumo de alcohol y tabaco, el consumo de una dieta rica en grasas saturadas y trans, la edad avanzada, las condiciones hereditarias y otras condiciones médicas como las dolencias crónicas de riñón o hígado, el hipotiroidismo, la diabetes, etc.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

La enfermedad puede diagnosticarse comprobando los niveles de LDL, HDL y triglicéridos mediante un simple análisis de sangre. Los niveles indicarán el rango alto, bajo o saludable de estos componentes del colesterol. Generalmente, para controlar la dislipidemia, se recomiendan algunos cambios en el estilo de vida y suplementos. Esto puede incluir:

– Reducir el consumo de grasas poco saludables

– Hacer ejercicio regularmente durante 30 minutos

– Reducir o evitar el consumo de alcohol

– Mantener un peso corporal saludable

– Comer muchos alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales.

– Beber 2-3 litros de agua al día

– Dormir 7-8 horas por la noche

Si el problema no se cura con estas medidas, el médico puede recomendar algunos medicamentos, como las estatinas, que detienen la producción de colesterol en el hígado. Además, el médico puede recetar otros medicamentos para el colesterol además de la estatina o en lugar de ésta, dependiendo de la situación.