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Por qué la vitamina K de las espinacas, el brécol y la lechuga puede reducir el riesgo de cardiopatías

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Por qué la vitamina K de las espinacas, el brécol y la lechuga puede reducir el riesgo de cardiopatías

En un momento en que la salud cardiovascular está en el punto de mira, es necesario volver a insistir en el papel de la vitamina K como parte de nuestras rutinas dietéticas preventivas. La vitamina K es una vitamina liposoluble que el organismo absorbe con facilidad y aporta nutrientes a través de moléculas de grasa. Las formas más frecuentes de vitamina K son la vitamina K1 y la vitamina K2. Ambas son esenciales, pero la ciencia aún no ha establecido completamente sus diferencias.

La vitamina K tiene un papel crucial en el desarrollo de coágulos sanguíneos. Los autores de la revisión de 2019, publicada en la revista Journal of Nephrology, descubrieron que el organismo necesita varias proteínas para la coagulación. La vitamina K es esencial para que muchas de estas proteínas, que se denominan proteínas dependientes de la vitamina K (VKDP) funcionen.

Según el Dr. Atul Bhasin, Director de Medicina Interna del Hospital BLK-Max Super Speciality, estas VKDP también reducen la calcificación en las arterias y fortalecen las paredes arteriales en pacientes diabéticos. En otra revisión de 2019 de la investigación actual publicada en el European Journal of Nutrition se hallaron pruebas de que ingerir suficiente vitamina K en la dieta está relacionado con un riesgo significativamente menor de cardiopatía coronaria.

Cómo puede la vitamina K promover la salud del corazón?

La vitamina K es muy importante para mantener sano el corazón. Se ha descubierto que la deficiencia de esta vitamina en particular conduce a la formación inactiva de la proteína GLA, que aumenta el factor de riesgo de calcificación vascular. En pocas palabras, su carencia acelera los depósitos de calcio en los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La vitamina K ejerce una acción antiinflamatoria que impide la progresión de la aterosclerosis y la posterior calcificación de la placa.

¿Cuál es su papel en la salud ósea?

La carencia de vitamina K conlleva un riesgo muy elevado de fracturas óseas, especialmente en los huesos de la cadera. Aún no está claro si la suplementación de esta vitamina K reduce el riesgo de fractura, aunque se ha descubierto que está relacionada con el desarrollo óseo. Asimismo, activa algunas proteínas que contribuyen a la remineralización de los dientes y previenen la formación de caries.

¿Cómo puede ser eficaz la vitamina K en la malignidad del cáncer?

La vitamina K se ha encontrado para ser muy eficaz en malignancy, porque lleva al apoptosis, que es una muerte celular natural, y autophagy de las células cancerosas. Además, reduce la resistencia de los fármacos quimioterapéuticos que se utilizan para el tratamiento de los tumores malignos.

¿Cómo se puede consumir vitamina K a diario?

Idealmente, los adultos necesitan alrededor de 100-300 microgramos de vitamina K2 al día. Esta vitamina se encuentra fácilmente en las verduras de hoja verde, sobre todo en las espinacas, el brécol y la lechuga. Las zanahorias también contienen una cantidad muy elevada de vitamina K. Estas
verduras deben consumirse diariamente en buenas cantidades para aumentar el nivel de vitamina y fibra en la dieta.

Incluya abundantes verduras verdes, frutas, productos de origen animal y alimentos probióticos. La col rizada, las espinacas, los grelos, las coles de Bruselas y las hojas de diente de león son algunas de las verduras más ricas en vitamina K1. Los alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi y el kéfir ofrecen vitamina K2. Los productos de origen animal, como los lácteos ricos en grasa y las yemas de huevo, también aportan vitamina K2 a la dieta.

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