Parecen alegres, brillantes, rebosantes de bondad y, sin duda, superan a muchas frutas de temporada en términos de valor nutricional. Las naranjas no sólo son un superalimento de invierno, sino que son una opción segura para el desayuno y la merienda de los diabéticos.
Empecemos por tabular el valor nutricional de una naranja (140 gramos)
- Calorías 66
- Agua: 86% en peso
- Proteínas: 1,3 gramos
- Carbohidratos: 14,8 gramos
- Azúcar: 12 gramos
- Fibra: 2,8 gramos
- Grasa: 0,2 gramos
- Vitamina C: 92% del valor diario (VD)
Cómo controlan las naranjas el azúcar en sangre
La eficacia de las naranjas para los diabéticos ha sido probada por muchos estudios. Cada vez que comemos, nuestros niveles de azúcar en sangre aumentan. La idea es que no deben subir demasiado y luego bajar demasiado. La subida y bajada de los niveles de azúcar en sangre debe ser gradual. Por eso se hace hincapié en los alimentos y frutas que tienen un índice glucémico (IG) bajo, como las naranjas, que tienen un IG de 40. Las naranjas también son ricas en fibra dietética. Esto hace que la liberación de azúcar en el torrente sanguíneo de la naranja sea lenta y constante. La fruta es un almacén de antioxidantes flavonoides, que también son útiles para los diabéticos, ya que reducen la inflamación, el estrés oxidativo y la resistencia y sensibilidad a la insulina. Las naranjas, en particular, son una de las fuentes más comunes de antioxidantes flavonoides. Incluso vienen cargadas de vitaminas y minerales, sobre todo de vitamina C. Una naranja de tamaño medio contiene alrededor del 92% del valor diario (VD) de vitamina C, ideal para contrarrestar el estrés oxidativo inducido por el azúcar entre los diabéticos y quienes tienen problemas de corazón.
Una fuente fiable de antioxidantes en el cáncer
Como excelente fuente fiable del antioxidante vitamina C, las naranjas pueden ayudar a combatir la formación de radicales libres que causan el cáncer. Aunque una ingesta adecuada de vitamina C es necesaria y muy beneficiosa, la cantidad que una persona necesitaría para obtener el efecto terapéutico deseado sobre el cáncer es más de lo que podría consumir de forma realista.
Apto para la salud del corazón
Las naranjas no contienen sodio, lo que nos ayuda a mantenernos por debajo de nuestro límite diario. Al ser una buena fuente de fibra y potasio, que pueden contribuir a la salud del corazón, se recomiendan para las personas con presión arterial. Las naranjas contienen antocianinas, que reducen el daño oxidativo causado por las enfermedades del corazón.
Buenas para la piel
Consumir suficiente vitamina C puede ayudar a una persona a mantener la salud y el aspecto de la piel. La vitamina C contribuye a la producción de colágeno, lo que favorece la piel, cura las heridas y mejora su resistencia.
Las naranjas aumentan la inmunidad
Las naranjas contienen las bondades de la vitamina C, D, A y compuestos vegetales bioactivos como carotenoides, flavonoides y una gran cantidad de minerales.
Cómo comer naranjas
Es mejor consumirlas crudas, como fruta entera, que en forma de zumo o pulpa. De esta forma se pierden muchas fibras. Además, no añadas azúcar extra al zumo si no está a la altura de tu perfil de sabor. Esto desvirtúa el propósito. Puedes incluir fácilmente las naranjas en su forma natural en las ensaladas, como cobertura del yogur y como mezcla de frutas para satisfacer tus necesidades de merienda. Además, un IG bajo no significa que se tomen muchas naranjas juntas y se acumule el azúcar. Tómala con moderación y limita su consumo en función de lo que necesite tu cuerpo.