¿Qué mejor que una bolsa de agua caliente o una manta térmica, sobre todo en invierno, para mantener los dedos de los pies calientes o simplemente para relajar esa espalda agarrotada después de un agitado día de trabajo? Pero resulta que algo que es tan comúnmente utilizado por la gente en todo el mundo puede ser un gran peligro para la salud de aquellos con diabetes.
La diabetes es una enfermedad con complicaciones y, la mayoría de las veces, las personas no presentan ningún síntoma relacionado al principio del curso de la enfermedad. Y si la diabetes de larga duración (diabetes tipo 1 o tipo 2) ha empezado a afectar a sus nervios, la sensación de la piel para las temperaturas calientes o frías disminuye. En estas situaciones, el uso de bolsas de agua caliente o de mantas térmicas puede provocar quemaduras importantes, que pueden resultar bastante problemáticas.
Por eso también se recomienda a los pacientes con diabetes que se cubran los dedos de los pies cuando salgan a pasear o incluso dentro de casa, sobre todo si se sabe que tienen problemas con neuropatía.
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Una de las complicaciones más comunes asociadas a los diabéticos es la sensibilidad y la falta de sensación de dolor, una condición en la que incluso la más mínima herida, sarpullido, o la alergia puede convertirse en gangrena, que puede tardar meses en recuperarse o, en las peores situaciones, requerir una intervención quirúrgica/amputación. Esto se debe a que el aumento de niveles de glucosa en sangre conducen a un debilitamiento gradual de los músculos, y pueden provocar el aplastamiento de la piel y los tejidos subcutáneos, razón por la cual se aconseja a los diabéticos no utilizar compresas calientes.
Tomar pequeñas precauciones contribuye en gran medida a llevar una vida sana con la diabetes. La neuropatía diabética puede empezar con síntomas simples, como hormigueo o entumecimiento en los dedos de los pies o la sensación de estar caminando sobre algodón. También puede causar una sensación de ardor agudo en los pies, normalmente por la noche. Estos síntomas no deben ignorarse y debe consultar a su médico si los experimenta. Son problemas tratables y, si se tratan a tiempo, pueden evitar problemas a largo plazo con el pie diabético, etc.
Para evitar el desarrollo de complicaciones relacionadas con la diabetes, además de mantener el azúcar bajo control, asegúrese también de que la presión arterial y los niveles de colesterol están bajo control. Fumar también aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes, por lo que es de suma importancia dejar de fumar cuando se tiene diabetes.
Un control eficaz de la diabetes y unos cuidados adecuados pueden evitar una intervención quirúrgica/amputación y minimizar las posibilidades de cualquier infección. Se aconseja tener el máximo cuidado si se padece diabetes. Lávese diariamente las manos y los pies con agua tibia y jabón y séquelos correctamente. Aplique una crema hidratante dos veces al día. Controle siempre su piel para ver si hay sarpullidos, ampollas o cortes. Para cualquier dolor, úlcerao la negrura – el tiempo es la clave. Los pacientes deben consultar a un cirujano vascular lo antes posible para que se asegure de la idoneidad del flujo sanguíneo y les aconseje sobre el cuidado de la herida, si es el caso.
Así que la próxima vez que coja la bolsa de agua caliente o la manta térmica, ¡tenga esto en cuenta!
(El Dr. Hemi Soneja es consultor senior – endocrinólogo en el Hospital Max, Gurugram)
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