Pasarse a las dietas bajas en carbohidratos, sobre todo las ceto, puede que se haya hecho popular por los resultados visibles en la pérdida de peso. Pero tienen efectos secundarios a largo plazo, uno de los cuales es el aumento de los niveles de LDL (colesterol malo).
Si bien ha habido una gran cantidad de estudios sobre la eficacia de las dietas bajas en carbohidratos como ceto en la salud del corazón con resultados mixtos en cuanto a su impacto sobre el colesterol, parece que hay un acuerdo común. Las dietas bajas en carbohidratos como la ceto pueden conducir a un aumento repentino de LDL y triglicéridos, el colesterol «malo», cuando se inicia la dieta, un aumento que puede nivelarse sólo después de semanas y meses, haciendo el daño en el medio para los casos de alto riesgo. Y, al parecer, aunque las personas pierden masa grasa en lugar de masa libre de grasa, sus niveles de colesterol LDL no cambiaron. La Dra. Shobha Itolikar, Asesora de Medicina General del Hospital Fortis de Bombay, sugiere lo que se debe y lo que no se debe hacer si se sigue un determinado régimen alimentario.
¿Una dieta baja en carbohidratos aumenta el colesterol?
Una dieta baja en hidratos de carbono es aquella en la que se restringe la cantidad de consumo de hidratos de carbono y, a tal efecto, es rica en proteínas, fibras y/o grasas. Este tipo de dieta pretende limitar la ingesta calórica de alimentos ricos en «azúcar» como los dulces, la pasta, el pan, las galletas, el arroz y otros alimentos con un alto índice glucémico. Este tipo de dieta busca incorporar más verduras sin almidón, frutos secos, legumbres, productos lácteos, legumbres, carne, pescado y aves de corral. Las diversas dietas bajas en carbohidratos que se practican en todo el mundo son la dieta cetogénica, la dieta Atkins y la dieta Paleo, por nombrar algunas. Estas dietas cambian el motor de combustión de nuestro cuerpo, que pasa de depender de la glucosa a depender de las grasas. Como resultado, además del efecto sobre el peso y la dinámica del azúcar en sangre, estas dietas también afectan a nuestros niveles de colesterol en sangre. Una dieta básica baja en carbohidratos, en contraste con una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas, tendrá un resultado favorable en las cifras de colesterol, mientras que esta última tiene efectos perjudiciales en el perfil lipídico al aumentar los niveles de LDL (colesterol malo) y el número de partículas.
¿Qué importancia tiene el aumento del colesterol LDL, así como el aumento de marcadores avanzados (y mucho más importantes) como las partículas LDL?
El número de partículas LDL ( LDL-P) nos informa sobre la carga de colesterol malo (LDL) que está presente en nuestro torrente sanguíneo, y que tiene probabilidades de depositarse en nuestros tejidos y arterias, provocando futuros infartos y derrames cerebrales. Una dieta baja en carbohidratos aumenta los niveles de LDL debido principalmente a la inclusión de grasas en el plan de comidas. Por el contrario, una dieta baja en carbohidratos y grasas podría ofrecer una reducción favorable de los niveles de colesterol LDL.
¿Cómo reducir el colesterol LDL si sigues una dieta baja en carbohidratos?
Podemos mantener a raya el colesterol LDL incorporando a nuestro plan de comidas la siguiente categoría de alimentos:
(1) Fibras solubles como la avena.
(2) Muchas verduras sin almidón y frutas ricas en pectina, como los cítricos, las manzanas, los pomelos y las fresas.
(3) Grasas saludables como las mono y poliinsaturadas, como las que se encuentran en los frutos secos, el pescado, las semillas de chía, las semillas de lino, las aceitunas, el aguacate, etc.
(4) Mucha agua.
(5) Evite a toda costa las grasas saturadas y trans.
¿Qué análisis de lípidos hay que hacerse?
Las personas con o sin anomalías preexistentes del colesterol, si tienen 65 años o más, deben someterse a una evaluación anual del perfil lipídico en ayunas (9 a 12 horas) que incluya la medición de los niveles de apolipoproteína B, que es una medida directa de laboratorio del número de partículas LDL. Las personas de entre 45 y 65 años con factores de riesgo como obesidad, hiperlipidemia, diabetes o antecedentes familiares de enfermedades vasculares también deben someterse a un cribado anual.
¿Qué se debe y qué no se debe hacer en una dieta baja en carbohidratos?
Para seguir una dieta baja en carbohidratos de forma eficaz, es importante hacer ciertas cosas y evitar otras:
(1) Inculcar disciplina en materia de dieta, sueño y ejercicio.
(2) Reduzca el consumo de tabaco y alcohol.
(3) Come bien, despacio y vigilando las raciones.
(4) Di no a los alimentos blancos como el azúcar, el arroz, el pan, la patata, la pasta, las galletas y la margarina.
(5) Siga una dieta baja en carbohidratos y baja en grasas en lugar de una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas.
(6) Evaluación periódica del peso, la glucemia, la tensión arterial y el perfil lipídico.
(7) Bajo en carbohidratos no significa sin carbohidratos. Puede provocar un «colapso de carbohidratos».
(8) Déjate guiar por tu apetito. No coma en exceso «alimentos permitidos» porque cualquier exceso no es bueno para su salud en general.