Qatar no sólo rechaza, una vez más, su implicación en el escándalo de corrupción de la UE, ¡sino que amenaza a Europa con el suministro de gas! Ahora, la investigación iniciada por las autoridades belgas sobre los sobornos a altos funcionarios de la UE, entre ellos un vicepresidente, corre el riesgo de hacer saltar por los aires las relaciones entre Qatar y la Unión Europea.
Cuatro personas han sido acusadas por las autoridades belgas en relación con las acusaciones de que Qatar, anfitrión de la Copa del Mundo, les ofreció dinero y regalos para influir en el proceso de toma de decisiones sobre el torneo.
Qatar acusa a Europa de parcialidad
En una declaración realizada el domingo, un diplomático de la misión qatarí ante la Unión Europea culpó a los «prejuicios» europeos que, según él, llevaron al P.E. a votar la suspensión de todo trabajo sobre legislación que implicara a Qatar y a prohibir la entrada de representantes qataríes en la sede de Bruselas.
- La suspensión afecta a la legislación relacionada con la liberalización de visados, a un acuerdo de aviación entre la UE y Qatar y a las visitas previstas hasta que se confirmen o desmientan las acusaciones.
«La decisión de imponer una restricción tan discriminatoria (…) tendrá un efecto negativo en la cooperación regional y mundial en materia de seguridad, así como en los debates en curso sobre la pobreza y la seguridad energética mundial», declaró el diplomático qatarí, una amenaza velada a los futuros suministros de gas europeos. «Qatar ha sido criticado y atacado exclusivamente en la investigación» y se mostró profundamente decepcionado por el hecho de que el gobierno belga «no haya hecho ningún esfuerzo por colaborar con nuestro gobierno para esclarecer los hechos», añadió el diplomático de Doha.
Un portavoz del Parlamento Europeo declinó hacer comentarios sobre la acusación, informa el Wall Street Journal. Ni el Ministerio de Justicia belga ni la Fiscalía Federal han reaccionado. El único comentario sobre el asunto sigue siendo el del miércoles del Ministerio de Justicia, que transmitió que su servicio de inteligencia había colaborado estrechamente con otros países europeos durante más de un año para destapar el escándalo de corrupción.