Es importante comer suficientes proteínas a lo largo del día como parte de un estilo de vida equilibrado. Pero la cantidad de proteínas que necesitas, y los mejores momentos para comerlas, varían definitivamente de una persona a otra. Los factores que influyen en la cantidad que puede necesitar incluyen la frecuencia con la que hace ejercicio, si tiene o no ciertas condiciones de salud, e incluso lo bien que duerme.
Nuestro cuerpo utiliza las proteínas para construir los músculos, pero también la piel, el pelo y los órganos. Básicamente, todas las células de nuestro cuerpo utilizan aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas. Muchas hormonas están hechas de proteínas y nuestro sistema inmunitario también depende de ellas para crear anticuerpos. Aunque deberías sentirte libre de consumir proteínas en cualquier momento, hay algunos momentos en los que pueden ser de gran ayuda, así como algunas ocasiones en las que deberías pensártelo dos veces antes de comerlas.
COMER PROTEÍNAS POR LA TARDE
Puede ser agradable echar mano de una taza de café cuando tus niveles de energía bajan por la tarde, pero las proteínas son una mejor opción porque potencian las hormonas que nos hacen sentir llenos. Para equilibrar el nivel de azúcar en la sangre, es recomendable comer una proteína y un carbohidrato cuando te sientas así. Combinar una proteína con un carbohidrato te dará un tentempié duradero y satisfactorio.
COME PROTEÍNA DESPUÉS DE UN ENTRENAMIENTO
Las proteínas son exactamente lo que necesitas después de un duro entrenamiento. No sólo te dará más energía, sino que ayudará a tu cuerpo a recuperarse. Después de un buen entrenamiento, los músculos del cuerpo se rompen y necesitan ser reparados. La proteína puede ayudar a reparar las fibras musculares rotas e incluso ayudar a construir fibras, lo cual es necesario cuando se busca fortalecerse.
TOMA PROTEÍNAS SI ESTÁS ENFERMO
Si te estás recuperando de un resfriado, es posible que quieras añadir un poco más de proteínas a tu dieta.
Las proteínas ayudarán al crecimiento y reparación de las células, después de sufrir un resfriado o una gripe, acelerando el proceso de recuperación. Esto podría incluir comer un poco más de la ingesta recomendada de unos 46 a 56 gramos, hasta que se sienta mejor. La ingesta diaria de proteínas debería ser de 0,8-1g/kg de peso corporal. Sin embargo, las dietas indias son predominantemente pobres en proteínas en todos los grupos socioeconómicos. Tomar las proteínas adecuadas es esencial y también lo es el momento correcto de ingerirlas, para que sean bien aprovechadas por nuestro organismo.
¿QUÉ SON LOS ALIMENTOS PROTEICOS COMPLETOS?
La soja: La soja es tal vez uno de los alimentos de origen vegetal que llenan las dietas de vegetarianos y veganos. A pesar de las diferencias nutricionales entre el tofu y el tempeh, cada uno de ellos es un competidor apreciado en el juego de las proteínas de origen vegetal. El edamame también se considera una proteína completa, ya que aporta nueve gramos de proteína por media taza.
Quinoa: La quinoa, que aporta ocho gramos de proteínas por una taza, no sólo se considera una proteína completa, sino que también está llena de fibra, hierro y magnesio. Sin embargo, la quinoa se utiliza sobre todo como sustituto del arroz.
Semillas de calabaza: Al aportar nueve gramos de proteínas por ¼ de taza, se consideran una proteína completa. Además de las proteínas de las semillas de calabaza, son ricas en grasas saludables y aportan fibra ventajosa para la salud digestiva y cardíaca.
Arroz y judías: El arroz y las judías pueden ser uno de los dúos de proteínas completas más económicos. Además de las proteínas, esta combinación es una fuente importante de fibra.
Huevos: Para los omnívoros, los huevos son otro gran alimento proteico completo que hay que tener a mano, ya que cada huevo contiene todos los aminoácidos esenciales en cantidades suficientes.
¿QUÉ SON LAS MALAS COMBINACIONES DE PROTEÍNAS?
Dos alimentos ricos en proteínas: Los huevos y el bacon son alimentos populares en el desayuno, pero es aconsejable evitar esta combinación. Estos dos alimentos tienen un alto contenido en proteínas y se sienten pesados en el estómago. La digestión de ambos tardará más tiempo. Deberías comer primero proteínas ligeras y luego la carne.
Zumo de naranja y leche: La leche tarda más en ser digerida y cuando tomas leche y limón o cualquier cítrico juntos, la leche se coagula. Esto puede provocar gases y quemaduras por calor. Algunas personas también son intolerantes a la lactosa, lo que significa que no pueden digerir la lactosa presente en la leche.
Leche y plátano: La combinación de leche y plátano es pesada y tarda mucho en ser digerida. Mientras se digiere la comida, experimentarás fatiga. Si te gusta beber batidos de plátano, añade una pizca de canela o nuez moscada en polvo para favorecer la digestión.
¿QUÉ DEBEN TENER EN CUENTA LOS ENFERMOS DE RIÑÓN?
Aunque las dietas altas en proteínas pueden ser seguras para las personas con una función renal normal, las personas con una función renal disminuida deben evitarlas. Los riñones filtran y eliminan del cuerpo los productos de desecho del metabolismo de las proteínas. En las personas con una función renal disminuida, una dieta rica en proteínas puede provocar daños en los riñones y la acumulación de sustancias tóxicas.