El Reino Unido ha anunciado la instalación de un centro de solicitud de visas para refugiados ucranianos en Calais, en el norte de Francia, después de que casi 300 refugiados ucranianos fueran trasladados de regreso a Calais, Francia, cuando intentaban cruzar la frontera hacia Calais, Reino Unido. Su número es casi igual al número total de visas ucranianas emitidas hasta ahora por las autoridades británicas.
El primer ministro Boris Johnson ha dicho que Gran Bretaña será «lo más generosa posible», informa la BBC, tras ser duramente criticada por el gobierno francés por su actitud ante el drama de los refugiados ucranianos. El Reino Unido solo acepta a los ucranianos que tienen una familia en el país o tienen un patrocinador designado del Reino Unido para su solicitud. Hasta el momento sólo se ha puesto en marcha el régimen familiar.
La ministra del Interior, Priti Patel, dijo a Sun que estaba examinando «opciones legales» para otorgar acceso humanitario a personas «no relacionadas con el Reino Unido».
Pero el primer ministro no ha confirmado si se establecerá una tercera oportunidad de ingresar al país cuando se le preguntó el lunes, y solo dijo que Gran Bretaña tendrá un «enfoque muy generoso y abierto» con los refugiados.
Sin embargo, Boris Johnson aseguró que Reino Unido no «abandonará por completo los controles» sobre quienes quieran venir al país. Más de 1,7 millones de personas han huido de Ucrania desde la invasión de Rusia, según la ONU.
El tema de la inmigración es una fuente de tensiones de larga data entre Francia y Gran Bretaña después del Brexit. En una carta a su homólogo británico, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, criticó la «respuesta completamente inadecuada» y la «falta de humanidad» del gobierno británico hacia los refugiados ucranianos en el puerto de Calais el sábado, escribe The Guardian.