Joshua Cooper, un chico de 16 años de Pensilvania, Estados Unidos, confesó en una conversación de Instagram que había matado a una chica. La policía de Bensalem (Pensilvania) recibió posteriormente la llamada de una adolescente que les dijo que había recibido una videollamada y mensajes de Joshua Cooper en los que decía que había matado a alguien y le pedía ayuda para esconder el cadáver.
Cuando los agentes de la ley llegaron a la casa de Cooper, no lo encontraron, descubriendo sólo el cuerpo de una niña de 13 años que fue identificada por su familia por las joyas que llevaba. Según la policía, le habían disparado con un arma de «gran calibre».
Cooper fue capturado y detenido más tarde, y durante la vista dijo a la policía que él y la víctima habían pasado la tarde en su casa viendo juntos una serie de Netflix. También dijo que había tenido una relación con la chica y que todo «fue un accidente».
Cooper también dijo a los investigadores que ese mismo día había abierto la caja fuerte donde su padre guardaba el arma. También dijo que ordenó la munición y reorganizó las armas, pero su madre «terminó» la vista antes de que los agentes conocieran el curso de los acontecimientos.
Está previsto que Cooper comparezca ante el tribunal el 7 de diciembre, según la CNN, que señala que Bensalem es una localidad del condado de Bucks con unos 60.000 habitantes, a una media hora de Filadelfia.