A me visitó hace unos días, notando un cambio de humor. A se había sentido un poco aletargado y dormía más de lo habitual. Al mismo tiempo, las actividades sociales de A se habían reducido y no se sentía tan motivado para hacer las cosas de rutina. No era la primera vez que A se sentía así. De hecho, A había experimentado estos sentimientos durante los dos últimos años, agravándose cada vez durante el invierno y remitiendo al llegar la primavera.
No es raro que nuestro estado de ánimo se vea afectado por las estaciones: los cambios de luz solar desempeñan un papel importante en el control de nuestras hormonas de la felicidad. Conocida comúnmente como «tristeza invernal», se trata de una ligera alteración de nuestro estado de ánimo, pensamientos, emociones y niveles de energía que comienza durante las estaciones de otoño e invierno y suele remitir con la llegada del verano y puede repetirse año tras año. El impacto no es tan grave como el que se observa en un episodio depresivo y no perjudica el funcionamiento del individuo. Aumenta la angustia que puede experimentar una persona y hace que sea un poco difícil continuar con las actividades y las rutinas, sin embargo, no le quitaría a la persona la capacidad de participar en las mismas de manera significativa.
El aspecto más importante que hay que recordar cuando se trata de la tristeza invernal es que es predecible, por lo que es posible tomar medidas para mitigar su impacto. A menudo, las personas no reconocen que es posible superar la depresión invernal y que es importante encontrar formas de mitigar su impacto para garantizar un buen funcionamiento en todos los ámbitos de la vida.
Una de las principales formas de hacerlo es mantener una rutina, que es un aspecto clave. Asegúrate de que duermes y te levantas a la misma hora que antes, aunque tengas la tentación de dormir más horas en invierno.
La actividad física también es esencial para que una persona pueda mantener un estado de ánimo elevado. El ejercicio regular contribuye en gran medida a mejorar nuestro estado de bienestar. Pasar tiempo al aire libre, para tener acceso a más luz solar, es muy importante. Esfuércese por hacer cosas que le gusten y dedique tiempo a estar con los amigos y la familia. Estas actividades contribuyen en gran medida a elevar y mantener el estado de ánimo y permiten a la persona experimentar un mayor estado de bienestar.
Los investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de EE.UU. reconocieron por primera vez la relación entre la luz y la depresión estacional a principios de los años 80. «Estos científicos fueron pioneros en el uso de la terapia de luz, que desde entonces se ha convertido en un tratamiento estándar para el afecto estacional. En la terapia de luz, los pacientes suelen sentarse frente a una caja de luz todas las mañanas durante 30 minutos o más, según la recomendación del médico. La caja emite una luz mucho más brillante que la iluminación interior ordinaria. Los estudios han demostrado que la fototerapia alivia los síntomas del trastorno afectivo estacional hasta en un 70% de los pacientes tras unas semanas de tratamiento. Algunas mejoras pueden detectarse incluso antes. Las investigaciones han revelado que los pacientes informan de una mejora en las puntuaciones de depresión incluso después de la primera administración de luz… Sentarse 30 minutos o más delante de una caja de luz cada día puede suponer una carga para algunos horarios», dice el informe de los NIH.
La tristeza invernal suele referirse a una afección leve que, aunque desagradable, no causa un malestar significativo en nuestra vida personal o laboral. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas de depresión que siguen un patrón estacional, lo que se conoce como depresión invernal o trastorno afectivo estacional. Si usted experimenta estos síntomas que afectan a su funcionamiento diario, es una buena idea hablar con alguien y obtener el apoyo que necesita. Al hablar de la tristeza invernal y el trastorno afectivo estacional, también es importante que recordemos que estas afecciones son más probables en lugares con inviernos más severos y donde la luz solar se reduce considerablemente durante los meses de invierno.
No obstante, si te encuentras con algún tipo de malestar, es importante que des prioridad a tu bienestar. Prevea la aparición de la depresión invernal cuando sea posible y tome medidas activas para cuidarse y pedir ayuda si es necesario.