Una ciudad de 9 millones de personas en China está entrando en un bloqueo en medio de un aumento adicional en el número de casos de COVID-19.
China decidió el viernes que la gente de Changchun, en la ciudad nororiental del país, o 9 millones de personas, entrarían en aislamiento en medio de un nuevo aumento en el número de casos de COVID-19. Esta evolución se atribuye a la variante Omicron, que es muy contagiosa, informa News Observer, según Mediafax.
China anunció el viernes más de 1.000 nuevas infecciones por COVID-19, la cifra diaria más alta desde que Beijing alcanzó su primer brote a principios de 2020. La nueva ola está impulsada por infecciones asintomáticas en medio de la propagación de Omicron.
Niños retoman clases en línea
Según la fuente citada, los lugareños deben quedarse en casa y solo un miembro del hogar puede ir de compras.
Todos los locales deben tomar tres rondas de pruebas. Se cerraron tiendas de compras no esenciales y se suspendieron los enlaces de transporte.
Las últimas medidas restrictivas, que también se aplican a 500.000 personas en Yucheng, en la provincia oriental de Shandong, muestran que el país ha mantenido su enfoque drástico en la gestión de la pandemia durante la mayor parte de los últimos dos años.
Además, China ha cerrado escuelas en Shanghái, escribe Bloomberg. Todos los alumnos de los ciclos hasta bachillerato deberán volver a tomar clases en línea, a partir del sábado, según las autoridades.
Alrededor del 87% de los 1.400 millones de habitantes de China están completamente vacunados, y alrededor del 40% de la población también recibió la dosis de refuerzo.
Según fuentes oficiales, no se registraron nuevas muertes, manteniéndose la cifra de fallecidos en 4.636. Hasta el jueves, China había informado 112.940 casos sintomáticos.